Goldman Sachs, además de detentar la dirección del Banco Central Europeo, ubicando al vicepresidente europeo de la compañía, Mario Draghi, al frente del Banco hasta el 2019, también ha puesto a hombres de absoluta confianza en las presidencias de Grecia, Papademos, y de Italia, con Monti. Asegurándose de esta manera el control casi absoluto de las políticas económicas del viejo continente.

Los empleados de Goldman Sachs son numerosos y en todos los estamentos del poder en Europa. Y cabe agregar que esta es sólo una de las megaempresas que rigen las finanzas del globo, pero hay más. Dentro de ese codicioso grupo también se encuentran el HSBC, el Banco Santander y los rescatados JP Morgan y el Chase Manhattan.

La situación es escandalosa por lo radicales que están siendo los planes de ajuste, de privatizaciones y de despidos que se están llevando adelante en todos los países. El caso más sonado es el de Grecia, país que recibe “ayudas” que le permiten subsistir mes a mes. En realidad, lo que le permite es ir pagando a sus acreedores, que son los mismos que les dan las “ayudas”, que, a su vez, son los mismos que provocaron la caída estrepitosa del país.

Los colapsos económicos dan la oportunidad a los colosos de las finanzas de imponer sus planes y de colocar a su gente en los gobiernos, ya sea a través del voto o de manera despótica.

Implantando, mediante el shock que sufren los pueblos, medidas que los pueblos no aceptarían de otro modo.

**Estados de shock**

Es así que Nicolás Sarkozy en plena campaña electoral se ensaña con los inmigrantes y pretende justificar todos los males franceses al número de extranjeros en su territorio.

Los alemanes tienen que reponerse de la dimisión forzada del presidente, hombre de confianza de Angela Merkel, acusado de corrupción y abuso de poder. En una muestra del caos que reina en el gobierno se pudo ver que al ministro de finanzas teutón no le preocupan mucho sus vecinos helenos, ya que mientras se debatían los paquetes de ayudas para Grecia, él se entretenía haciendo sudokus.

Las manifestaciones multitudinarias en Rumanía dan muestras de que la entrada en la Unión Europea no es ninguna panacea. Algo parecido sucede en Hungría, donde el gobierno se alinea cada vez más a la derecha y atenta contra la libertad de expresión. Los húngaros salieron a la calle para oponerse a la nueva constitución que entró en vigor el primero de enero de este año, de la mano del Fidesz, el partido del presidente Viktor Orban.

Mariano Rajoy, pide oxígeno a los que dictan las políticas que debe implementar su gobierno en España, “Si no la gente va a reventar” vaticinaba en una reunión con homólogos europeos. Por lo pronto, los sindicatos ya han convocado una huelga general para el 29 de marzo. Una acción desesperada en un país indignado, donde hay más de 500 mil hogares sin ningún tipo de ingreso y casi un millón y medio donde nadie tiene trabajo, informaba Cáritas de España.

En el mismo informe se daba a conocer que más de 10 millones de españoles viven bajo el umbral de la pobreza.

**Previsiones**

Los siervos del Capital agachan la cabeza y avanzan con los planes previstos. Las expectativas de ganancias de las corporaciones deben alcanzarse a cualquier precio. Los objetivos obtenidos se traducen en premios, primas, bonos y ascensos meteóricos.

Hacer carrera tiene sus beneficios. Pero también tiene sus contras. ¿Hasta cuándo la gente dejará que se salgan con la suya? ¿Cuánto puede sostenerse un plan de expolio sistematizado que rinde en el corto plazo, pero que desnivela tanto los estados que quedan en ruinas?

La necedad de esta estrategia fomenta los estallidos sociales, mientras son incapaces de reaccionar ni a las exigencias de los pueblos, ni a las encuestas. En el sitio del Telegraph inglés 55 mil personas respondieron a la pregunta: ¿Reino Unido debería devolverle las islas Malvinas a la Argentina? El 55% se inclinó por la restitución, menos del 30 % prefiere mantener el enclave colonial y sólo el 15 % apoyó las argumentaciones de David Cameron que pretenden dejar la decisión a los colonos, contraviniendo todas las resoluciones de Naciones Unidas.

Europa se sigue creyendo el modelo para el resto del mundo, pero son incapaces de ver que su modelo capitalista, ha tomado ribetes suicidas para convertirse en decapitalista. Y, al menos sus líderes, no pueden ser tomados como ejemplo de nada, sino del ridículo.