Mientras el ministro de Asuntos Exteriores ruso Sergei Lavrov se entrevistaba ayer con el presidente Bachar al Assad en Damasco, el implacable bombardeo de Homs por parte de las fuerzas de seguridad sirias continuaba y se ha intensificado desde entonces. Amnistía Internacional ha pedido a Rusia que deje claro al gobierno sirio, tanto en público como en privado, que el asalto militar contra la ciudad de Homs debe acabar de inmediato.

La organización también ha pedido a la Liga Árabe que continúe sus esfuerzos diplomáticos en relación con Siria.

“La situación en Homs es crítica y se está convirtiendo en una importante crisis humanitaria. Rusia ha bloqueado los esfuerzos internacionales para detener las violaciones masivas de derechos humanos en Siria, afirmando que tiene un plan mejor para resolver la crisis”, ha declarado Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional.

“Rusia, y otros países con influencia en Siria, debe emplear todos los medios a su alcance para contener a las fuerzas militares sirias en Homs y garantizar que dejan de usar armas pesadas en zonas residenciales.”

“Parece que el gobierno sirio cree que el veto en el Consejo de Seguridad del sábado le ha dado luz verde para aplastar la resistencia en Homs por cualquier medio; Rusia debe decir alto y claro que no es así.”

Desde el viernes, las zonas residenciales de Homs —incluidas Al Khaldieh, Bab Amr, Bab al Seba y Al Insha’aat— sufren el bombardeo de las fuerzas gubernamentales e intensos intercambios de fuego con combatientes antigubernamentales.

El ejército sirio ha desplegado tanques en algunas zonas. Según informes, los grupos armados de la ciudad están respondiendo con el uso de kalashnikovs y de granadas propulsadas por cohetes.

Desde el viernes Amnistía Internacional ha recibido los nombres de 246 personas que, según informes, han muerto en Homs, entre las que hay al menos 17 niños. Aunque algunos de los fallecidos eran hombres armados que combatían contra las fuerzas gubernamentales, las fuentes indican que la mayoría eran personas desarmadas.

Los informes señalan también que hay cientos de personas más heridas. La mayoría de ellas está recibiendo tratamiento en hospitales de campaña improvisados o en sus domicilios.

Algunos residentes de Homs dijeron a Amnistía Internacional que hay una grave escasez de personal y equipos médicos, y de medicación para tratar a los heridos. El lunes fue bombardeado un hospital de campaña que atendía tanto a residentes como a combatientes heridos.

La agencia de noticias siria informó el 7 de febrero de que 30 hombres del ejército y las fuerzas de seguridad habían sido enterrados tras morir a manos de lo que calificaron de “grupos terroristas” en diferentes partes del país.

Amnistía Internacional también ha pedido a la Liga Árabe que aproveche su reunión ministerial de este fin de semana para continuar sus esfuerzos de ejercer presión internacional sobre el gobierno sirio y los gobiernos que le apoyan.

“La Liga Árabe sufrió un revés del Consejo de Seguridad de la ONU el sábado, pero creemos que debe proseguir su labor de poner fin a las atrocidades que están cometiéndose en Siria”, declaró Salil Shetty.

“El primer paso es que la Liga deje claro que no permitirá que disminuya la presión, y que vuelva a plantear esta cuestión en Nueva York, sea en el Consejo de Seguridad o en la Asamblea General.”

Amnistía Internacional ha recibido los nombres de más de 5.400 personas que se cree que han perdido la vida en el contexto de las protestas de Siria desde que comenzaron las protestas masivas en marzo de 2011.

Amnistía Internacional ha concluido que se están cometiendo crímenes de lesa humanidad en Siria —conclusión a la que también llegó una comisión internacional de investigación independiente de la ONU en noviembre— y ha pedido que se remita la situación al fiscal de la Corte Penal Internacional, así como la imposición de un embargo general de armas a Siria y la congelación de bienes del presidente Bachar al Assad y de sus colaboradores próximos.