Un mensaje colocado a un lado del cadáver de “Rascatripas”, quien
tenía las manos atadas, decía: «Me pasó esto por no entender que no
debo reportar en las redes sociales».

“Reporteros sin Fronteras se encuentra profundamente contrariado por
este asesinato. La lista de netciudadanos víctimas de los cárteles no
deja de crecer y la simple actividad de informar en la Red se vuelve
casi suicida. Toda la sociedad está concernida. Ahora el reto de la
investigación es garantizar, a través de la lucha contra la impunidad,
la seguridad de todo ciudadano que tome el riesgo de informar sobre la
violencia que sufre el país. Reclamamos justicia para los internautas
y los blogueros, así como para los numerosos periodistas mexicanos
asesinados o desaparecidos”, declaró la organización.

Se trata del cuarto netciudadano asesinado en menos de dos meses en
Nuevo Laredo –ciudad fronteriza conocida por su extrema peligrosidad–
por haber denunciado las actividades de narcotraficantes. Las infames
puestas en escena de los crímenes se repiten: el 27 de octubre
encontraron el cuerpo decapitado de María Elisabeth Macías en el mismo
lugar donde hallaron el de “Rascatripas”, acompañado de un mensaje
similar, firmado con una Z, por el grupo de los Zetas, muy presente en
la región. Esta periodista y bloguera también utilizaba las redes
sociales para informar sobre las actividades del crimen organizado en
la región. El 13 de septiembre pasado encontraron colgados de un
puente los cuerpos, con huellas de tortura, de un hombre y una mujer
que también denunciaban las actividades de los narcotraficantes.

Frente a la autocensura de ciertos de medios de comunicación
tradicionales, que temen las represalias, los netciudadanos mexicanos
se movilizan en la Web y las redes sociales para informar, en sitios
como Nuevo Laredo en Vivo o el Blog del Narco. Desafortunadamente, los
internautas se enfrentan a la violencia de los cárteles y no siempre
pueden contar con el apoyo de las autoridades, mientras que el balance
de la ofensiva federal contra el narcotráfico continúa engrosándose. A
finales de agosto dos internautas fueron arrestados y acusados de
“terrorismo” y “sabotaje” por haber enviado mensajes de alerta en
Twitter sobre un posible ataque contra un colegio de Veracruz.
Finalmente se retiraron los cargos presentados contra ellos y los dos
netciudadanos fueron puestos en libertad tras un mes de detención.

La guerra de los narcotraficantes se prolonga ahora en la Red: el
grupo Anonymous, que había amenazado con revelar los nombres de
personas ligadas al cartel de los Zetas, dar marcha atrás el 5 de
noviembre, después de que los narcotraficantes dejaran en libertad a
un joven internauta integrante de este grupo a cambio del silencio de
los “hacktivistas”. El nombre de este integrante no fue revelado
anuncio el propio grupo por seguridad.