En una etapa sumamente candente en esta
región europea. Acaban de producirse cambios en varios gobiernos cercanos y el
llamado ‘acoso de los mercados’ no cesa; mientras, las huelgas y protestas de la
educación y la sanidad, la caída del consumo, el aumento del desempleo imparable,
con los desahucios en el horizonte de la vivienda, tampoco cesar, y sólo son algunos
de los aspectos a mencionar. Porque tampoco cesan los indicios de corrupción
variada, delincuencia múltiple y de violencia llegando a casos insólitos.

Pero no hay nada como ir a un acto del Partido Humanista, que ha conseguido en
Madrid y otras ciudades – las firmas requeridas para participar de estas elecciones, un
requisito antes no exigido – en el sentido de la claridad de los discursos e intercambios
con los participantes. Lo que sucede en cada frente que cada claro, algo ya trazado
hace más de 25 años cuando comenzara la andadura del nuevo humanismo. Ya
entonces se denunció la desestructuración del sistema, la vida en un contexto
mundializado, la concentración del capital, la democracia indirecta cada vez menos
eficaz y así siguiendo, todo en detrimento de la gente común y corriente que solo
quiere vivir bien y en paz. Sólo que ahora todo esto se presenta en situaciones muy
específicas.

Al dejar el acto, pasamos por Sol, y estuvimos con el movimiento 15-M que iniciaba
su vigilia de esta jornada, desafiando las autoridades que han prohibido actos de tipo
político. Se reunieron ante la pasividad de las fuerzas del orden, piden su antivoto por
no al bipartidismo, como ciudadanía crítica. Así lo han hecho en diversas ciudades
del país, después de unas semanas muy activas; antes colocaron mas de 500 urnas
en diversas ciudades pidiendo la opinión de los ciudadanos, luego marchas, y no
olvidemos el edificio ocupado del ex Hotel Madrid a metros de la plaza, donde se
reúnen y dan cobijo a quienes pierden su vivienda.

Por su parte la llamada marcha verde, manifestantes con camiseta de ese color del
colectivo de educadores, a hecho eclosión, porque a los profesores de primaria y
secundaria se han sumado alumnos universitarios, en clara protesta contra los ajustes
en un pulso sin resultados, pues la administración madrileña no cede ni un milímetro
en su postura. Quizás un signo de lo que sucederá en los próximos meses, es decir,
recortes en la educación, la salud, y vaya saber en que otros sectores sociales más.

Por otra parte, hay detalles curiosos en este panorama de protestas ciudadanas, el
llamado Robin Hood actual ha tenido su matiz cuasi cómico, pues que ha estafado
voluntariamente a numerosos bancos pidiendo créditos y tarjetas de créditos hasta
llegar al casi medio millón de euros, y lo ha hecho para demostrar como las entidades
bancarias otorgan sus créditos sin mayores exigencias para después abusar de la
población con intereses abusivos.

La campaña política ha estado sin mayores sobresaltos, un partido la hace sin decir
claramente que propone y el otro lo critica un mitin si y otro también. Aparte los
partidos menores con diversas siglas y propuestas, regionalistas unos y generales
otros, con muchos detalles, pero en total, creo, sin planteos insustanciales.

Mientras, como dicen los comentaristas en el acto, se cierne la posible intervención a
España quizás al día siguiente de las elecciones; después de todo ya esta pasando en
varios países del entorno.
Y ¿qué significa esto? Pues mayor peso y control de la población.
Los tiempos difíciles continuarán. Sobretodo si sólo se mira que la solución de todo
está en la parcela de la economía.

Los compañeros de causa internacionales siguen manifestándose en Nueva York,
o California, a pesar de los desalojos, siempre con detenciones y contusiones, y en
Londres se niegan a retirarse del sitio en que están frente a una catedral.

En Grecia
las protestas han vuelto ahora contra las medidas de los ‘tecnócratas’. En Italia aun
no, pero en ambos casos se ve como una suerte de ‘golpe de estado de banqueros’. Y
en Egipto en la plaza emblemática Tahir se agolpan los manifestantes desaprobando
el régimen militar que no decide convocar a elecciones. Y en la cercana Siria la
violencia del régimen es insoportable. Pero una grata sorpresa surge en el lejano
oriente, en la críptica Birmania el duro régimen militar convoca a elecciones y los
partidos se presentan, la protesta pasada de los monjes parece haberse hecho
escuchar, amen de todas las demás. Algo a ver con atención como sigue procesando.

Toda una serie de hechos simultáneos que indican una repulsa profunda y amplia
por de parte de la gente por el estado de cosas, en muchos lugares distintos entre
sí. ¿Qué significa? Hay que estudiarlo bien, pues lo que se suele interpretar de este
colosal movimiento espontáneo, deja mucho que desear.
Bien, ahora a votar, ¿para qué? se preguntan muchos si todo se decidirá muy lejos
de las necesidades de la gente. Y pasado mañana, seguramente, promesas vacías,
desencanto y vuelta a protestar.