**No construir un enemigo, sino un mundo mejor**, *por C.*

Hola,

Después de las cargas policiales de ayer, me surge la necesidad que ya sentí en la asamblea de Jacinto Benavente, donde sin embargo no intervine, porque no me sentía parte de esa asamblea, no sentía que perteneciese a ella, era un espacio que me dejaba al margen, me excluía, aun venciendo esa sensación intenté participar pero los turnos de palabra se habían cerrado y desde moderación me recomendaron no hacerlo, porque lo que quería plantear no iba a ser bien recibido dados los ánimos que se respiraban, es decir, una asamblea se había convertido en excluyente.

Desde hace unos días, se vuelve a hablar en varios foros, asambleas, listas, del tema de la violencia y no-violencia, algunos cuestionan que el movimiento 15m no debiera ser no-violento, otros que es una de sus esencias. En la asamblea del lunes, donde se trataba el tema de manera monotemática, el sentido comun dejaba claro y sin lugar a dudas que este movimiento es no-violento, que no significa evitar el conflicto, que no significa no ser radical, significa canalizar la rabia, la agresividad, nuestra violencia personal a través de la no-violencia, muchas otras ideas circularon pero la gran mayoria ponían en primer plano la no-violencia como algo definitorio del movimiento 15m.

Sin embargo, en asambleas posteriores tras el desalojo de Sol, se insiste en hablar de violencia, definir los límites de qué es y que no es violencia conlleva una complejidad grande, pues muchas veces no es la acción en sí la que determina la violencia, sino el cómo se hace, en qué términos, en qué momento, quien.

Para mi entrar en ese debate, es un error y creo que lo que debemos pensar es cómo ser no-violentos, aprender a ser no violentos en distintos momentos de tensión, porque esos van a estar, igual que ayer volverán a surgir, pero la no-violencia nos define y tenemos que ver cómo la ponemos en práctica.

Y no haber pensado en esos términos, sino en la acción-reacción a la represión policial, en los términos de siempre, es decir, gritos de policía asesina, tirarle/moverle el tricornio a un guardia civil, tirar una botella (aunque sea de plástica y vacía), poner un cartel en el Ministerio del Interior, son actos que sabemos que nos llevan a una espiral de violencia, que nunca justificará la violencia policial posterior, pero sí podemos evitarlo, el 15m ha abierto espacios para pensar en cómo evitarlo.

Por eso, creo que nuestra “indignación” no puede estar asociada a la represión policial, sino seguir asociándose a lo que nos sacó a la calle, a sentirnos hartos de que nos traten como mercancías en lugar de personas, de que los poderes financieros decidan por encima de los gobiernos, el no querer ni partidos, ni banderas ni organizaciones que con sus siglas impongan formas en las que no nos reconocemos y no nos representan, querer una democracia directa para tomar las decisiones que permitan que el destino del mundo lo decidamos entre todos, tomar las plazas para abrirlas a las personas, ser inclusivos, seguir creando inteligencia colectiva para pensar como crear un mundo mejor para todos, seguir trabajando en comisiones, grupos de trabajo, barrios, asambleas para ir construyendo ese mundo diferente con el que soñamos.

Pero todo esto, los últimos días está en segundo plano, porque hemos puesto en primer plano la relación con la policía, y esa importancia es falsa, es una maniobra distractiva de nuestros objetivos, que son mucho más potentes, desconcertantes, radicales, ante los cuales nadie sabe cómo reaccionar, es nuestra fuerza, la fuerza de lo indefinido porque se define entre todos poco a poco, porque vamos lejos y vamos juntos.

Al igual que “retomar” Sol, no implica centrar nuestros esfuerzos en entrar en un sitio físico determinado, sino en recuperar la plaza pública, cualquier plaza, pues Sol es un símbolo construido que implica respeto, inclusión, horizontalidad, no-violencia, alegría de estar juntos, la plaza Sol es un espacio que se abre a las personas que con otras quieran pensar en construir otro mundo mejor, porque el 15m nos ha devuelto el soñar.

Estas son algunas de las reflexiones que me han surgido en estos días, porque no quiero hablar de la policía, porque no quiero construir un enemigo, quiero construir un mundo mejor, donde todos quepamos, con nuestras diferencias incluidas.

Siento la extensión pero necesitaba compartirlo. Gracias.