Así se ha repetido la praxis de la industria nuclear y de
las autoridades en esconder lo más posible la gravedad de los accidentes, ocultar o disminuir datos tan significativos como fundamentales para activar las medidas necesarias para proteger lo mejor posible a la población.

Los ciudadanos japoneses han sabido con más de dos meses de retraso que se ha comprobado la fusión del combustible en los núcleos de los reactores, y al menos en parte de las piscinas del combustible irradiado y todavía no conoce (y quizás no
conocerá nunca) la real gravedad de la contaminación radiactiva, de su naturaleza y de su extensión.

Los datos que han sido proporcionados después del 16 de mayo – que, sin embargo, se tienen que buscar en las páginas web de Tepco y de la Nisa, y que se deben interpretar – permiten, sin embargo, reconstruir, incluso con muchas lagunas (quizás nunca desaparecerán), una dinamica diferente, y mucho más grave de la versión inicial.

Yo junto a Giorgio Ferrari Ruffino y otros indispensables amigos hemos dirigido una investigación sobre la verdad de este terrible accidente y de sus consecuencias inmediatas y futuras.

El documento (en italiano), que continuamos actualizando, está disponible en su versión actual en la direcciòn:

[http://www.fisicamente.net/SCI_SOC/index-1916.htm](http://www.fisicamente.net/SCI_SOC/index-1916.htm)

Pressenza busca traductores para la difusión de este documento: conectar con olivier.turquet@gmail.com