Los carteles son variadísimos, desde *“no necesitamos alcohol, tenemos que estar lúcidos”* a *“esta no es una crisis es una “ESTAFA”*, a *“ lo más importante eres TU”*, *“SpanishR evolution”*, *“por un cambio pacífico”* y el que mejor define, a mi ver, es: *“no somos antisistema, el sistema está contra nosotros”*, luego una lista enorme denunciando los despidos, las cesantías, los abusos de bancarios, los desahuciados, y las complicaciones para conseguir un empleo a los universitarios, y el precio de matriculas para estudiar, siendo este cartel el más gráfico: *“Se ofrece Universitaria Pre-parada”*, es decir ya se ve pre-desempleada, y muy cualificada. Es como rebelarse contra sensación de depender de unos hilos aparentemente invisibles que controlan todo y que no nos permiten construir una vida digna, sino todo lo contrario.

Un transeúnte resume la presencia abrumadora de gente, al decirle a su madre octogenaria: *“Si venimos todos ven que somos muchos los que estamos hartos, a ver si así cambian algo…”*.

Mientras, la muchedumbre amable y tranquila me va empujando hacia una calle menos congestionada, es peatonal, desde la cual puedo observar mejor el inusual panorama, que cada tanto nos sorprende con unos vítores, unos silbidos, o unos brazos levantados moviendo las manos, más en el centro de la plaza. Todos llegan y salen haciendo comentarios, familias, matrimonios con hijos, parejas, jovencitos, o mayores, es decir *’la gente común’*, nadie sobresale por su posición social, sino más bien, es la mayoría que padece la situación.

De repente, encuentro una joven activista pidiendo la firma en una planilla, en la que se lee: *“Por una acampada indefinida”*. Me sorprende y puedo hablar con ella.

¿Podrían seguir?

__ *Claro* – asegura sonriendo – *como ahora. Lo que haga falta*.

__ ¿Cómo hacen?

__ *Pues a medio día nos solemos ir a casa a cambiarnos, bañarnos, descansar y volvemos. Estamos organizados, allí hay unas mesas de información y comunicación, aunque ahora no puedas acercarte. Por la noche es más sosegado, hay menos gente*.

__ Así que planifican continuar, ¿hasta cuando?

__ *Hasta cuando sea, hasta que el Congreso de los diputados estudie nuestra peticiones, lo que nosotros exigimos, al menos eso, que lo considere…* Responde clara y dulcemente. Convencida de que lo que hace es lo mejor para ella y para otros.

Otro joven se acerca, parece venir de lejos y dice:

__ *Si está bien, así debe ser, yo vengo siguiendo por Twiter los mensajes a cada momento. La prensa no entiende, por los comentarios que hacen no entienden, esto es sencillamente “El pueblo se ha sublevado”* (palabras que me recuerdan a otros tiempos como la sublevación contra la tropas napoleónicas, ¡por lo menos!).

Entiendo que es esa experiencia de una acción valida, de hacer algo que vale el esfuerzo, la que, precisamente, moviliza estos esfuerzos.

Aclaran además que las autoridades ha informado que no desalojaran las manifestaciones a menos *“que hayan desbordes sociales”*, cosa que se preveía para la jornada de reflexión pre-lectoral y el domingo de ir a votar -Pero la *’desobediencia pacífica’* defiende el derecho a reunirse y a *’reflexionar juntos’*.

Paso la fecha señalada y nada sucedió. Como dice un entrevistado por TV *“Esto no es política, es ver los problemas de las personas”*. Los jóvenes sonríen con una inmensa benevolencia y comprensión por los inconvenientes. La forma de seguir será en asambleas de barrios, de todas las ciudades y de todos los barrios. A eso se apunta, para lo cual se harán asambleas para definir la continuación.

Ha pasado el día de las elecciones y la acampada sigue, sin las multitudes de ese fin de semana (1).

Se reordena la plaza, se quitan carteles para no molestar a los comerciantes, se deja espacio para la circulación de personas y vehículos y así se sigue hasta fin de mes.

El nombre ha cambiado, ahora es *“Movimiento 15-M”*, en referencia al 15 de mayo, día en que empezaron las protestas, las reivindicaciones, como *’Spanish Revolution’* y *’Democracia Real Ya’*.*»No tenemos referencia histórica de una sociedad sobreviviendo sin líder»* y *»si esto funciona, puede ser un referente»* asegura una activista.

Efectivamente, en general, el *’establishment’* no comprende el fenómeno, y los intelectuales hacen interpretaciones variadas; algún diario habla de *“restos del pasado”*, cuando en realidad es un *“reto al presente y futuro,”* a la situación cerrada establecida… Informan poco, lo justo, aunque regularmente y la TV ha hecho una buena cobertura, no transmiten de verdad el significado de esta protesta que tiene mucha valentía, importancia y sentido realizarla.

Un joven lo expresa mejor: *’Esto no es contra partidos, ni contra nadie, es por un cambio, que se produzca un cambio…’*

Mi memoria se retrotrae mis épocas de poder joven, cuando en los 70 nos organizamos moderadamente con un ideario mínimo que decía *“no sabemos lo que queremos, pero si lo que no queremos”*. Y queríamos un cambio, cambiar las cosas era el máximo valor. Ahora resurge esto plasmado en las calle españolas, en la mayoría de sus ciudades. Y ahora a los barrios. Mientras numerosas ciudades de otros países hacen sus respectivas protestas (como la reciente multitudinaria protesta en Atenas de jóvenes y trabajadores).

Algo extraordinario ha comenzado y sigue. Que alegra sobremanera.

Jóvenes tranquilos, con obreros, gente común de todo tipo – en rigor los más discriminados: el joven, la mujer y los trabajadores – manifestándose por *“que algo cambie”*, según lo sienten y lo necesitan. Conscientes de que no pueen seguir idefinidamente en las plazas principales, se intenta que se hagan Asambleas populares en los barrios. Ahora iré a la asamblea de mi barrio. Es lo que toca.

(1) *La prensa indica para el 22/V 25000personas en Sol, Madrid, 10.000 en Valencia y 7.000 en Barcelona, amen de todas las demás ciudades del país*.