La acción no-violenta se inició a partir de la exacerbación de estos valores consumistas con la última publicidad de dicho Shopping: “Las marcas importan”.

“Quedó evidenciada la violencia que se esconde detrás de las marcas y el consumismo”, afirmo Ariel Lazovic, uno de los manifestantes.

La protesta fue simple: unas pocas personas con una careta y unos carteles parodiando la publicidad. Ante la amenaza policial: “Váyanse o esto termina mal”, los humanistas se retiraron del Shopping. Al salir, en el estacionamiento, los guardias de seguridad rompieron los carteles mientras golpeaban, empujaban y amenazaban a los manifestantes, además intentaron llevarse las cámaras de foto y filmación.

“Una vez mas los esclavos del sistema no quisieron que se exprese la libertad humana utilizando la violencia primitiva”, exclamo otro manifestante de La Comunidad.