Después de cuatro semanas de intenso debate y negociaciones en Nueva York, la 8ª conferencia sobre la revisión del TNP ha finalizado dejando a los abolicionistas nucleares pocos motivos de celebración.

A pesar de la notable diferencia respecto a la ronda de negociaciones del año 2005, durante la cual, por un lado, la administración Bush fue acusada del fracaso de la conferencia y, por otro, Estados Unidos culpó a Irán y Corea del Norte, esta edición 2010 ha gozado de un nuevo clima de optimismo gracias a la elección del Presidente Obama para ocupar la Casa Blanca.

La Secretaria de Estado, Hilary Clinton, ha intentado reforzar el buen clima al hablar en la conferencia sobre su primer lunes: *“Represento a un Presidente y a un país comprometidos con la visión de un mundo sin armas nucleares y con la adopción de las medidas necesarias para conseguirlo”*.

Pero, lamentablemente, este optimismo pronto se ha visto minado por el asombroso y descortés espectáculo por parte de las delegaciones estadounidenses, británicas y francesas que han abandonado la conferencia durante la intervención del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, junto antes de la intervención de Estados Unidos.
Ha criticado a los Estados que poseen armas nucleares (NWS, por sus siglas en inglés) por intentar conseguir la hegemonía y ha culpado a Estados Unidos de la proliferación y las más de 20.000 armas que hay en el mundo condenando su política de disuasión. *“El Gobierno de Estados Unidos no solo ha utilizado armas nucleares, sino que sigue amenazando con utilizarlas… contra Irán”*. Ha destacado la hipocresía de los Estados con que poseen armas nucleares por evitar que los Estados que no poseen armas nucleares hagan uso de su “inalienable” derecho a la energía nuclear y ha acusado a Estado Unidos de “doble moral” por aceptar las armas nucleares israelíes.

En respuesta a estas declaraciones, Clinton se ha mostrado muy crítica con la falta de transparencia de Irán sobre su programa para el enriquecimiento de uranio y su inconformidad con las regulaciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), respondiendo así: *“Esta mañana, el presidente de Irán ha ofrecido las mismas falsas y, a veces, absurdas acusaciones a las que nos tiene acostumbrados contra Estados Unidos y otros participantes de esta conferencia. Pero no es de sorprender. Como todos ustedes han podido ver, Irán hará todo lo posible para desviar la atención e intentar así evadir cualquier responsabilidad”*. La falta de transparencia de Irán y sus esfuerzos por conseguir uranio cada vez más enriquecido podrían demostrar que solamente está interesado en fines pacíficos, sin embargo, Teherán, ante la actitud beligerante de Washington y el arsenal nuclear secreto de Israel, parece encontrar en la tecnología nuclear el mejor seguro contra un invasión al estilo de Irak para un “cambio de régimen” por parte de Estados Unidos y sus aliados.

Antes y durante la conferencia del TNP, el Secretario General de Estado Unidos ha intentado activar su plan de cinco puntos para conseguir el desarme nuclear, en el que se incluye la creación de un tratado legalmente vinculante para eliminar las armas. No obstante, a pesar de estar respaldado por la mayoría de los países presentes, sus esfuerzos han sido sistemáticamente bloqueados por los miembros permanentes del P-5 del Consejo de Seguridad, quizás con la excepción de China. Reino Unido, aunque con dificultades durante su participación debido a las elecciones generales durante la primera semana de la conferencia, se ha unido rápidamente al recorte de propuestas para avanzar hacia el desarme resultante del trabajo de las tres comisiones principales.

Para consternación de las ONG y a pesar de las presiones para incluir una agenda para empezar las negociaciones sobre una Convención de Armas Nucleares para su abolición, todos los documentos han terminado “anotando” la propuesta.

Las ONG están muy preocupadas por el llamado “tercer pilar” del tratado sobre el derecho “inalienable” de las naciones a desarrollar tecnología nuclear para su uso pacífico. Los observadores de las ONG que están intentando fomentar la retirada paulatina de la energía nuclear en beneficio de las fuentes de energía renovables, afirman haberse sentido como en una “feria comercial de energía nuclear” con el OIEA, el P5 y la industria nuclear promocionando la imagen “verde” y “limpia” de la energía nuclear.

Al parecer, el único resultado seguro de la revisión final del documento ha sido el llamamiento al Secretario General de Estados Unidos para que convoque una Conferencia en 2012 con los estados de Oriente Medio para establecer “una Zona en Oriente Medio libre de Armas Nucleares y de otras armas de destrucción masiva”. Sin embargo, dada la negativa de Israel a admitir la posesión de armas nucleares e incluso a firmar el TNP, queda por ver si todo esto se transformará en algo más que palabras esperanzadoras sobre un documento que, de no ser así, sería decepcionante.

Pero las ONG se niegan a resignarse a cinco años de inacción. En una declaración emitida por las ONG a favor de la abolición presentes en la conferencia del TNP han dicho lo siguiente: *“Hemos tenido que resignarnos a la probabilidad de que esta conferencia no representará ningún avance y a que el resultado, independientemente de que los participantes lo consideren un éxito, no cumple el objetivo esencial. Al término de esta conferencia la brecha existente entre la retórica tranquilizante sobre el desarme nuclear y los programas reales para liberar al mundo de armas nucleares es inaceptablemente amplia.*
*No nos resignamos a otros cinco años sin un plan de acción para la abolición de armas nucleares y al finalizar la Conferencia de Revisión, las ONG ayudarán inmediatamente a los Estados que claramente apoyan la Convención sobre Armas Nucleares y exploraremos los pasos que podemos dar juntos para constituir una fundación global para conseguir el tratado”*.

Traducción al español : Teresa Cañete