Las fuerzas que motivan alTNP, a las ONG y al Artículo IV

La Asamblea de Derogación está formada por un grupo de ONG comprometidas, que poseen competencias concretas y que están dedicadas intensamente a la erradicación de las armas nucleares. Ellas presencian la apertura de los encuentros oficiales, obtienen de los Embajadores resúmenes extraoficiales, se informan unas a otras y a los delegados en eventos paralelos y realizan asambleas a diario tanto para analizar el progreso del TNP como para explorar estrategias. En cada conferencia del TNP, las Organizaciones No Gubernamentales cuentan con tres horas para presentar su perspectiva a los delegados, quienes en general valoran el aporte. La organización Reaching Critical Will (Logrando Voluntad Decisiva) www.reachingcriticalwill.org emite a diario un boletín de noticias, News in Review (Repaso de las Noticias), el Acronym Institute (Instituto del Acrónimo) www.acronym.org.uk y Tim Wright de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares www.icanw.org difunden como es habitual los análisis que muchos valoran en profundidad.

El Artículo IV del TNP exige el “derecho inalienable” al “uso pacífico” de la energía nuclear, que es el “tercer pilar” del tratado junto a la no proliferación y al desarme. La conferencia del TNP está organizada en torno a una función importante para la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA), que promueve y regula la energía nuclear.

El 20 de mayo, dicha Asamblea transmitió su preocupación a los delegados de Naciones Unidas en la conferencia del TNP 2010 acerca del Informe emitido el 14 de mayo por el Comité Principal II, organismo designado para tratar el tema de la energía nuclear, “tercer pilar” del TNP, en el que afirmaron “con mucho entusiasmo” sus beneficios para la provisión de energía, para el medio ambiente, la salud, la economía y los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Las ONG y los Delegados, ¿viven en universos opuestos?

La Asamblea de Derogación formada por las ONG encuentra alarmantes los peligros y los riesgos de proliferación, debido al entusiasmo asombroso y la propaganda que realizan de la energía nuclear los delegados. ¿Cuál es la razón de tan enorme divergencia?

Desde hace 40 años, existe una aceptación tácita e indiscutible de la energía nuclear, acompañada de repeticiones automáticas y frecuentes de una serie de mantras en todos los discursos: “el derecho inalienable” a «los usos pacíficos» de la energía nuclear, «el tercer pilar». La fe en la energía nuclear se sostiene de manera muy intensa que hasta puede parecer ofensivo cuestionarla.

A pesar de que los delegados son habilidosos para la diplomacia y la construcción de consenso, no son científicos naturales. Las opiniones que ofrecen sobre energía nuclear están en gran parte basadas en los informes de la IAEA, cuya función es contradictoria; promueve y regula esta clase de recurso. También, en los intereses creados de, por ejemplo, Areva, una corporación francesa multinacional de energía nuclear, y de otros que gastan fortunas en propaganda engañosa. En los Estados Unidos, la industria gastó 665 millones de dólares en el proceso de renovación de imagen de la energía nuclear que la muestra como un recurso limpio, ecológico y la respuesta a la crisis climática. Además, realizó campañas en el congreso, que involucraron al presidente Obama, quien aprobó las garantías de los préstamos para construir nuevos reactores nucleares.

El pensamiento grupal del TNP

La burbuja del TNP resulta ser un entorno perfecto para “el pensamiento grupal”, como lo define el psicólogo investigador de Yale, Irving Janis: “Es una manera de pensar en la que la gente se compromete cuando están muy involucrados en agrupaciones demasiado unidas, cuando el empeño de los miembros por mantener la unanimidad se antepone a su motivación para evaluar de manera realista cursos de acción alternativos”. A pesar de las inconsistencias dentro del TNP sobre el desarme y la no proliferación, el diálogo se encuentra dominado por un respaldo virtual indiscutido a la energía nuclear. Pocos se atreven a desafiar este modo de pensar.

En un entorno de “pensamiento grupal”, las presiones por el consenso, ya sea de manera implícita o explícita, desalientan el razonamiento independiente, la creatividad y la manifestación de dudas. Ignorar posiciones alternativas, hechos y el conjunto de conocimientos perjudica los procesos legítimos de toma de decisiones, que a menudo conducen a resoluciones absurdas, deficientes y apuradas.

Las organizaciones, que han dedicado su vida a estudiar el tema nuclear en profundidad, poseen un proceso abierto caracterizado por la libertad de pensamiento, la avidez de información y la independencia de los intereses creados. Se valoran los aportes científicos que brindan los grupos tales como la Red Internacional de Ingenieros y Científicos contra la Proliferación, www.inesap.org, el Instituto de Investigación de Energía y Medioambiente, www.ieer.org, Médicos con Responsabilidad Social, www.psr.org y otros.

El accidente estático

Las influencias políticas y económicas han impulsado la cultura del TNP. Nuestro sistema mundial de energía nuclear, que incluye estructuras, inversiones financieras, infraestructuras, instituciones, redes, empleos, dinámica, lenguaje, patrones de pensamiento y sistemas de creencias, evolucionó de lo que el físico Premio Nobel, Murray Gell-Mann, denomina un Accidente Estático, el que comienza con un suceso, por ejemplo, la conferencia del TNP organizada en torno a la función principal de la IAEA. Este genera consecuencias diversas y generalizadas, divergencias, desvíos y procesos predeterminados que se refuerzan por medio de comentarios a favor y dan lugar a un “estado de encierro estático” que puede controlar un sistema completo y configurar la historia. La manera en que un trayecto se desarrolla no es inevitable; puede resultar diferente.

La conferencia del TNP está muy bien organizada en torno a la energía nuclear, lo que es una TRAMPA de proliferación tóxica radioactiva. El pensamiento grupal de dicha conferencia aún está impulsada por ideas, creencias, intereses, lenguaje, símbolos e imágenes arcaicos que están estáticos en la conciencia, eclipsan una mayor comprensión y limitan acciones más acertadas. Mientras el tercer pilar de la energía nuclear continúe derribando los otros dos pilares, los de no proliferación y desarme, ¿es posible que el sistema diseñado para evitar la proliferación, paradójicamente la provoque?

Ya sea que podamos escaparnos de estas trampas colectiva o individualmente, en definitiva se trata de concientizarnos y desmitificar los mitos y las ilusiones nucleares. Para liberarnos, debemos reconocer las maneras en las que estamos atrapados. A continuación, una lista parcial de las TRAMPAS:

* Las maneras arcaicas de pensar. El mundo ha cambiado en 40 años. Hoy sabemos cosas que entonces no sabíamos. Tuvimos la experiencia de Three Mile Island, Chernobyl y otros accidentes. Hay en existencia cientos de miles de toneladas de desperdicios que no existían en 1970. Ahora tenemos conocimiento del caos climático y las energías renovables, de las que la energía nuclear es parte del problema y no la solución. Ya es tiempo de actualizar nuestro sistema operativo global para reflejar las ciencias duras, las tecnologías nuevas y las realidades del siglo XXI.

* La estructura y el lenguaje orwelliano y manipulador. Un lenguaje muy bien urdido crea formas de pensamiento con carga emocional que motiva la opinión y las políticas. La gente repite sin pensar “átomos por paz” y “usos pacíficos” de la energía nuclear. No solemos decir moléculas de agua por paz o usos pacíficos de la electricidad. ¿Por qué no sólo nos limitamos a decir “usos no militares”? ¿Quién podría estar en contra de un “Renacimiento Nuclear”? ¡Qué irónico! ¡Un renacimiento de la muerte! La imagen del muy apreciado “tercer pilar” del TNP parece necesario para sostener la estructura entera.

* La construcción mental de los derechos inalienables . La energía nuclear NO es un derecho inalienable, que por definición es una facultad que “ningún poder terrenal puede negar legítimamente” y que “sólo puede ser transferida con el consentimiento de la persona que la posee”. Además, las naciones no tienen derechos, sólo los individuos. Es asombroso que personas inteligentes repitan este uso del lenguaje perverso, engañoso y falso. Lo que sí es un derecho inalienable para toda forma de vida es el acceso al aire puro, al agua y a la energía renovable segura y no tóxica.

* El prestigio. Configurar la energía nuclear como un derecho crea un valor ficticio y el derecho a demandarlo. Manipula el deseo y seduce a muchos líderes y ciudadanos a una forma de vida peligrosa, que dedica recursos preciados a generar una infraestructura perjudicial para los intereses del medioambiente, la política, la salud y las finanzas.

* El dilema político. El Artículo IV crea una TRAMPA política que invita a los conflictos, que no existirían de otra manera. Negar la membresía al “club nuclear” a ciertos grupos es discriminatorio y puede percibirse como un insulto humillante. Demandar el “derecho inalienable” que el TNP les ha dado, puede provocar que algunos estados se vean atraídos hacia conflictos evitables que afecten sus relaciones políticas y de seguridad. Privar del «derecho inalienable” de otro ocasiona un dilema, condenado si lo permitimos y condenado si lo negamos. No habría conflicto con Irán si no existiera el Artículo IV. Se trata de una argucia causante de conflictos, por la que los estados pueden ser tratados de una manera provocadora y por la que se desencadenan una serie de reacciones y contrarreacciones que sin darse cuenta intensifican las tensiones, dentro y entre ellos. ¿Cuántos otros conflictos inesperados podrán suceder en los próximos 40 años?

* La negación y el exceso de confianza. Cuando se promueve con entusiasmo un interés personal, se tiende a exagerar el éxito potencial y a minimizar los accidentes o fracasos probables. Esto es muy natural y común, en especial antes de ir a la guerra. Además, consiste en una negación de la vulnerabilidad. Los accidentes, los desbordes y los problemas ocurren y pueden ser catastróficos.

* La proliferación. Las plantas nucleares son fábricas de bombas. Los países con reactores pueden desarrollar armas nucleares. A medida que las arenas políticas cambian, aparecen amenazas y conflictos nuevos; de pronto los países puedan sentir la necesidad de “disuadir” a las potencias dominantes. En tanto que se promueva la energía nuclear, la erradicación de las armas nucleares será imposible.

* El terrorismo. Las plantas nucleares son vulnerables al robo de material de fisión que puede utilizarse para producir bombas sucias y los ataques terroristas.

* Los derechos humanos y a la salud. La minería de uranio causa daños devastadores tanto a la salud como al medioambiente; un enorme sufrimiento a los individuos, las familias y las comunidades enteras, como así también a aquellos que viven cerca de los reactores nucleares, que padecen cáncer y defectos de nacimiento. Esto priva a gente inocente, animales y hábitats de su verdadero derecho inalienable a la salud y la seguridad.

* La basura radioactiva. Los desperdicios radioactivos mantienen su peligrosidad durante 240.000 años. Con 63.000 toneladas de residuos nucleares en EE.UU. solamente y sin buenas soluciones para tratarlas, el TNP las estimula aún más. Hay problemas con la eliminación, el transporte, el depósito, el robo, el terrorismo y los accidentes. Tendemos una trampa para nuestros descendientes que durará eones.

* El dinero. La energía nuclear es la forma de energía más costosa. Los gastos estimativos no dan cuenta de los accidentes (que en los Estados Unidos serán asumidos por los contribuyentes), terremotos, desbordes, transporte, depósito, etc.

Conciencia y valor

Dada la desventaja abrumadora de la energía nuclear frente a las ventajas de rendimiento, conservación, formas de seguridad, renovabilidad, no toxicidad y pureza de las energías sustentables, consideremos apartarnos de aquellas tóxicas, radioactivas y proliferantes. Los países afortunados que aún no tienen una infraestructura nuclear, antes de conseguirla, pueden pasar por alto este problema tóxico y confiar en la energía renovable pura y segura que promoverá más empleos y mejorará su seguridad. Los países que cargan con ese peso pueden introducir gradualmente la energía renovable con la asistencia de IRENA (Agencia Internacional de Energías Renovables) www.irena.org, que en la actualidad cuenta con 144 estados firmantes. Esta agencia puede reemplazar la IAEA a medida que abandonamos de manera progresiva la infraestructura nuclear.

Lo que hagamos hoy, impactará en todas las especies de todas las generaciones futuras. Sería inmoral condenarlos porque caímos en una TRAMPA. El primer paso para liberarnos es el reconocimiento. A continuación, el valor. Existen países que no se dejan seducir y elijen con sabiduría evitar el sendero tóxico. Es probable que los delegados que puedan darse cuenta de las TRAMPAS, sean capaces de elevar sus voces esta semana y de no cooperar con el Pensamiento Grupal.

Las estructuras que nos mantienen presos son muy poderosas. Las columnas, muy altas. ¿Podemos liberarnos del flagelo de la guerra y de la contaminación de la Tierra? Sería un milagro si, en los últimos días de la conferencia del TNP, las ONG y los delegados pudieran colaborar para poner a prueba los límites de lo que aún podría ser posible.

*Dra. Diane Perlman, +1 202 775 0777 – Cel. +1 202 365 2104
Psicólogos por la Responsabilidad Social, Mediadores Sin Fronteras, Instituto de Análisis y Resolución de Conflictos de la Universidad George Mason, Transcend*

*(Traducción: Sandra Cravero)*