Esta institución autónoma y neutral que actúa con imparcialidad y sin discriminación en los aspectos políticos, ideológicos y religiosos, despliega su accionar en todo el territorio nacional bajo siete principios fundamentales: Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Carácter Voluntariado, Unidad y Universalidad.

El presidente de la Cruz Roja Boliviana, Abel Peña y Lillo, dijo a la ABI que «vale la pena reclamar por la dolorosa realidad y el sufrimiento de quienes en todo el mundo son víctimas de la violencia, de la pobreza y de la exclusión».

Resaltó que quienes forman parte de la Cruz Roja en Bolivia, adquirieron el compromiso de prevenir y aliviar el sufrimiento humano en toda circunstancia, en proteger la vida y hacer respetar a la persona humana, además de favorecer la comprensión, la amistad, la cooperación y la paz duradera entre los pueblos.

Peña y Lillo reiteró la convicción institucional de sumarse a la búsqueda de un futuro de desarrollo, de paz, tolerancia y solidaridad para Bolivia en estos momentos difíciles.

Según la reseña histórica, la Cruz Roja Boliviana fue fundada en la ciudad de La Paz el 15 de mayo en 1917 por Juan Manuel Balcázar y un grupo de profesoras y alumnas de segundo, quinto y sexto cursos del Liceo de señoritas La Paz, estructurándose el servicio de primeros auxilios de la Cruz Roja, agrupación que tenía por objeto colaborar al Servicio Sanitario Público y particularmente al del Ejército Nacional.

Antes de su fundación, la Cruz Roja Boliviana tuvo participación en los campos de batalla durante la Guerra del Pacífico (1879), donde se destaca la sacrificada y benéfica labor de doña Ignacia Zeballos, enfermera benemérita de la Cruz Roja.

Durante la guerra con Paraguay (1932), la participación y el trabajo institucional fueron constante y sin tregua, allí destacan por su labor humanitaria las enfermeras de la Cruz Roja María Josefa Saavedra, Antonia Zalles de Cariaga, Raquel Ichazo de Adriázola, quienes junto a otras distinguidas damas se trasladan al Chaco llevando víveres, ropas, frazadas, revistas y libros para prestar asistencia social y socorro a los heridos y enfermos.

Por todos los servicios prestados en beneficio del país, en 1963 la Cruz Roja Boliviana recibe la máxima distinción nacional denominada el «Cóndor de Los Andes».

(Por Daniel Espinoza Andaveri)