A pesar de recibir bien el compromiso de los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (P5) a la declaración del 5 de mayo de 2010 «para crear las condiciones para un mundo sin armas nucleares”, reprueban la propaganda equívoca de los beneficios de la energía nuclear “al abordar el tema del cambio climático, al posibilitar el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y de desarrollo sustentable, al proveer seguridad energética y al tratar las aplicaciones vitales no energéticas, tales como la medicina nuclear, la agricultura y la industria” y la promoción activa del presunto “desarrollo sostenible de una energía nuclear pacífica” o de sus “usos pacíficos” (1).

Alice Slater, Directora de la Fundación de la Era de Paz Nuclear de Nueva York dijo «Es indignante sugerir que la energía nuclear puede ser una tecnología adecuada para cubrir nuestras necesidades de energía y para combatir el calentamiento global. Un grupo de presión nuclear no electo ha estado promoviendo esto a través de los gobiernos de los P5, quienes no consideran la devastación provocada a la salud humana y al medio ambiente en cada etapa del ciclo tóxico del combustible nuclear, desde la minería de uranio hasta la liberación peligrosa de sustancias tóxicas radioactivas filtrándose al aire, al agua y a la tierra cerca de cada reactor ‘apacible’.

El mes pasado, la Academia de Ciencias de Nueva York emitió un informe realizado por científicos rusos notables que concluyeron que basados en los reportes disponibles en la actualidad, alrededor de 985.000 personas fallecieron de cáncer causado por la catástrofe de Chernóbil entre 1986 y 2004 (2). Una IAEA dominada por la industria ha sido útil al propósito de ocultar el desastroso impacto sanitario de la tragedia de Chernóbil. Su única función acertada debería ser evitar el desvío militar de materiales de fisión por medio de inspecciones y comprobaciones rigurosas de todas las instalaciones nucleares existentes. Los proveedores de energía nuclear no deberían explotar ni poner en peligro a los países con necesidades energéticas, en cambio deberían alentarlos a confiar en la seguridad, la pureza, la gratuidad y la abundancia de la energía del sol, del viento, las mareas y de la energía geotérmica y también a formar parte de IRENA, Agencia Internacional de Energías Renovables (3)”.

Judith Berlyn de la Alianza Canadiense de Paz dijo “Aquí existe un conflicto de intereses inherente a la IAEA; la misma organización no puede ser responsable de regular y al mismo tiempo de promover la energía nuclear. Es aberrante sugerir que la energía nuclear es limpia, como lo hizo IAEA en su declaración el lunes (4). No existe método para tratar los deshechos radioactivos. ¿Pensarán que la tierra es plana y que sencillamente podemos empujar los desperdicios por el borde?”

Jean-Marie Matagne de ACDN (Acción Ciudadana por el Desarme Nuclear) de Francia señaló que “la energía nuclear sólo representa el 3% del consumo total de energía a nivel mundial. Es absolutamente imposible encarar los problemas del suministro global con energía nuclear, aún si fuera a duplicarse su abastecimiento. Actualmente, existen cerca de 430 reactores en el mundo y la IAEA es incapaz de controlarlos incluso ahora. ¿Cómo podría lograr el doble y alcanzar un 6%? Asimismo, con los niveles actuales de uso, la existencia de uranio se extinguirá dentro de 50 años. Si se duplica la cantidad de reactores, la provisión de este elemento se consumirá mucho antes. Ciertamente no es la solución, por el contrario, es un problema aterrador cuando uno considera que en cualquier momento las cosas pueden salir mal como sucedió en Chernóbil».

El viernes 7 de mayo, las ONG leyeron un informe irrecusable (5) entregado a la conferencia sobre los peligros que involucra la proliferación de la energía nuclear: los peligros de la minería de uranio, en especial en los países en desarrollo cuyos trabajadores corren riesgos inconcebibles en su salud durante el proceso de extracción y la acumulación de desperdicios de roca finamente pulverizada durante el proceso de molienda y la contaminación de acuíferos en el proceso de purificación; además desmintieron que su emisión de carbono sea neutra al citar el ejemplo de la mina de uranio Olympic Dam, que es el mayor productor de gases de efecto invernadero en Australia.
La declaración también indicaba que «en 2010, el derecho inalienable a la energía nuclear como apela el Artículo IV equivale al derecho inalienable que tiene una industria costosa a los subsidios masivos, al derecho inalienable a exponer a los ciudadanos a las liberaciones tóxicas rutinarias de radiación y al derecho de producir una contaminación originada por grandes cantidades de desperdicios radioactivos que la ciencia aún no puede controlar.
Aquí no se debate el derecho inalienable de las personas a las fuentes de enegía. Si fuera necesario establecer en el TNP un incentivo que recompense a las naciones sin armas nucleares para que no aspiren a tenerlas, que sea éste una tecnología de energías renovables y limpias. La energía nuclear no es ni uno ni lo otro”.

(1) www.reachingcriticalwill.org/legal/npt/revcon2010/statements/5May_P5-full.pdf

(2)
http://counterpunch.org/grossman04232010.html

(3) http://irena.org/

(4) www.reachingcriticalwill.org/legal/npt/revcon2010/statements/3May_IAEA.pdf

(5) http://www.reachingcriticalwill.org/legal/npt/revcon2010/ngostatements/NuclearEnergy.pdf

*(Traducción: Sandra Cravero)*