Huasos montados a caballo, con sus mantas y espuelas; pascuenses semi-desnudos bailando al ritmo de sus tambores; zanquistas que desde lo alto agitaban sus pañuelos; vistosas y ruidosas batucadas, además de ciclistas, jóvenes disfrazados de los más variados personajes, militantes y activistas por el desarme y la paz, acompañaron esta mañana el ingreso al Palacio de La Moneda del equipo internacional que ha visitado más de 90 países durante los últimos tres meses para crear conciencia sobre la necesidad de una nueva cultura no violenta.
La Presidenta Michelle Bachelet, quien fuera una de las primeras adherentes a esta iniciativa, los recibió con curiosidad por su experiencia en una audiencia en la que pidió que le describieran las hazañas del equipo.
Así mismo, la Presidenta les comunicó acerca del Museo de la Memoria que será inaugurado próximamente en la capital, antes de finalizado su mandato.
Augurándoles lo mejor para la última etapa de este recorrido que tendrá lugar en la Cordillera de Los Andes, Bachelet salió con Rafael de la Rubia, coordinador internacional de la Marcha, al emblemático balcón del palacio para saludar a la multitud que acompañaba desde la plaza con su ritmo, sus globos y su espíritu festivo.