Una larga marcha, encabezada por Rafael de la Rubia y Tomás Hirsch junto a la esposa del Alcalde de Bogotá, fue bajando desde las calles cercanas a los cerros verdes, extendiéndose por todo el centro con los partícipes vestidos de blanco, cantando consignas por la no-violencia, hasta llegar al Parque donde horas más tarde se realizó el Concierto por la Paz, con la asistencia de miles de jóvenes.
Entre los artistas más queridos, Pipe Bueno y Los Krapula, regalaron con su música y su ritmo a un entusiasta público que no se movió pese a las intensas lluvias que cayeron justo antes del comienzo del concierto.
Frente a las palabras de Rafael de la Rubia y de Tomás Hirsch – *»No queremos bases norteamericanas en nuestro Continente» – la masiva audiencia manifestó su entusiasmo y resonancia con las propuestas de un mundo sin armas nucleares, sin conflictos ni guerras, sin usurpación de territorios.
Hasta entrada la noche el público siguió coreando y bailando al ritmo de los conjuntos musicales de primer orden convocados a hacer su aporte por medio de su arte. *»Yo pongo un granito de arena»* señaló Pipe Bueno, *»pero eso es ya algo. No se puede pasar indiferente ante la violencia»*.