El régimen golpista hondureño parece haber descartado una visita aplazada de una delegación de la Organización de Estados Americanos. El jueves, el gobernante de facto Roberto Michelleti declaró que José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, sólo sería bienvenido en Honduras como turista, y no como miembro de una visita oficial. Michelleti dijo: “No es bienvenido en este país a menos que venga como turista, a gastar dólares […] por el bien de nuestros empresarios”. Mientras tanto, el Presidente derrocado Manuel Zelaya estuvo en Chile para reunirse con su homóloga en ese país, Michelle Bachelet. De pie junto a la estatua del depuesto Presidente chileno Salvador Allende, Zelaya lo citó y agradeció a los chilenos por su apoyo.

El presidente hondureño Manuel Zelaya declaró: “Hoy quisiera expresar aquí, frente a la figura de Salvador Allende, mi admiración y mi respeto. Gracias a esta sociedad chilena por esa carta porque algún día las grandes alamedas se abrirán para que [las] recorra el hombre libre de América. Muchas gracias”.

Mientras tanto, una multitud estimada en cinco mil personas marchó el jueves en apoyo a Manuel Zelaya en Tegucigalpa, capital del país, para protestar por el arresto de al menos 60 manifestantes a comienzos de esta semana. Muchos siguen tras las rejas.