En un discurso histórico en Praga el pasado mes de abril, el Presidente Obama presentó un enfoque nuevo y audaz para abordar la amenaza que representan las armas nucleares.
Entre sus recomendaciones figura negociar con Rusia un nuevo tratado para la reducción de armas, buscar que el Senado apruebe el tratado que prohíbe los ensayos de explosiones de armas nucleares e iniciar un nuevo programa para obtener todo el material utilizado en la creación de armas nucleares en un periodo de cuatro años.
Estas medidas reducirán el riesgo de que se produzcan dos escenarios potencialmente catastróficos: el lanzamiento nuclear accidental por parte de Rusia y la probabilidad de que más naciones y terroristas adquieran armas nucleares.
Pero debido a que las medidas mencionadas anteriormente desafían el status quo, estas reformas sufrirán una firme oposición en el Senado, donde todavía existe una mentalidad de “guerra fría” entre muchos. A fin de superar esta resistencia, organizaciones tales como la “Union of Concerned Scientists”, que luchan a favor de la reforma, están solicitando apoyo.
También existen otras muchas iniciativas que se están extendiendo a nivel mundial para apoyar la reducción inmediata de las armas nucleares.