La organización Mundo sin Guerras y sin Violencia está llevando adelante este año una campaña mundial por la paz que por primera vez en la Historia va hacer una travesía global que comenzará el 2 de octubre en Oceanía y recorrerá los cinco continentes. Este proyecto será realizado por todos los medios de transportes conocidos. Incluye una gran caravana de motocicletas en España y, en Argentina, un tren que recorrerá el país de este a oeste con cientos de personas clamando por la paz y la no-violencia.

La iniciativa partió del Frente de Usuarios Desesperados del Sarmiento (FUDESA), que consiguió una formación ferroviaria a disposición de los participantes de la Marcha Mundial en su tramo final, comprendido entre las ciudades argentinas de Buenos Aires y Mendoza. Así lo confirmó el pasado 18 de febrero en un comunicado oficial el Subsecretario de Transporte Ferroviario de Argentina, Antonio Luna. “Comprometo mi colaboración y la del personal ferroviario en su conjunto, adhiriendo fervorosamente a los ideales que motivan la marcha anunciada”, dijo en un comunicado.

Lo destacable del caso es que el ramal ferroviario involucrado para el trayecto se usa solo para transporte de cargas, después que fuera desactivado el de pasajeros como consecuencia de la privatizacíón de los ferrocarriles estatales. «El Subsecretario se comprometió a poner la cantidad de vagones que necesitemos. De nosotros depende la cantidad de pasajeros y organizaciones que subamos al tren”, comenta Cristina Suárez, coordinadora de FUDESA en Buenos Aires.

El tren colaborará con el último trayecto de la Marcha Mundial, ya que Buenos Aires será uno de los últimos sitios donde pasarán los manifestantes provenientes de Brasil, Paraguay, Uruguay, además de diversos países europeos que transiten por la capital argentina para luego dirigirse a Punta de Vacas, un paraje cordillerano que será el punto culminen de la marcha.

Conseguir el desarme nuclear y destinar los fondos que se invierten hoy en armamentos para superar el hambre en el mundo, son dos de los ejes principales de la campaña impulsada por la organización Mundo Sin Guerras, a la que ya han adherido importantes personalidades del campo artístico, social y cultural de distintas latitudes, como la presidenta chilena Michelle Bachelet, el Dalai Lama, Juan Manuel Serrat y Noam Chomsky, solo por dar algunos ejemplos.