El año pasado, vine a la Fête con un mensaje de Grecia. La Primavera de Atenas había sido aplastada por la troika porque el establishment europeo estaba planeando traer la troika a París.

Desde entonces, la troika ha venido a París. Las leyes laborales han sido aprobadas por decreto presidencial. Las libertades civiles han sido reducidas. Y la magnífica gente de París respondió con Nuit Debout.

Sí, es cierto, Grecia fue el laboratorio de la misantropía. Y Francia ha de ser el campo de batalla donde la misantropía sea derrotada.

¿Por qué estamos aquí? Estamos aquí porque somos humanistas en una era de misantropía.

Estamos aquí porque los franceses se están asfixiando. Los griegos se están asfixiando. Los austríacos, los alemanes, los españoles, los portugueses, se están asfixiando. Toda Europa se está asfixiando.

Estamos aquí porque nuestra gente se está asfixiando en una Europa que se está desintegrando.

Y nuestra gente seguirá asfixiándose mientras Europa se siga desintegrando. Y Europa se seguirá desintegrando mientras nuestra gente se esté asfixiando.

Por eso, estamos aquí para detener la asfixia a nuestra gente, para detener la desintegración de Europa. Una desintegración que se alimenta de la bestia de la Gran Deflación de nuestra era que, como en la década de 1930, engendra la xenofobia, el racismo y el nacionalismo.

Estamos aquí para minimizar el coste humano de esta estúpida gestión de la crisis inevitable de esta Europa. Es tan solo esto lo que nos trae aquí: una Necesidad. Un Deber: minimizar el coste del sufrimiento humano. Nuestra tarea es sencilla: nuestro deber es hacer lo que haga falta para que las caras de la gente pierdan sus líneas de preocupación.

No nos hagamos ilusiones. Nos enfrentamos a adversarios bien organizados y decididos que no ponen a la humanidad en primer lugar. Que solo quieren una cosa: que todo siga como siempre y un mundo que les permita hacerse con interminables cantidades de dinero usando al resto de la humanidad como una herramienta para conseguirlo.

No les persuade el argumento racional. No son sensibles al ejemplo ético. Desprecian la democracia. Saben que pueden intimidar a la gran mayoría de la humanidad. Pero en su arrogancia, como un virus estúpido, su “que todo siga como siempre” está destruyendo al organismo del que dependen.

Su “que todo siga como siempre” es responsable de la desintegración de Europa.

Su “que todo siga como siempre” es responsable de la lenta muerte ecológica de la Tierra.

Su “que todo siga como siempre” es responsable del miedo y del odio que se están convirtiendo de nuevo, como en la década de 1930, la fuerza política dominante en este planeta.

Por eso estamos aquí. DiEM25, el movimiento que empezó con el aplastamiento de la Primavera de Atenas, antes de expandirse por toda Europa, está aquí. Estamos aquí determinados a pagar cualquier precio, a soportar cualquier carga, a oponernos a cualquier enemigo de las esperanzas de la humanidad. Estamos aquí para defender los ideales franceses de libertad, fraternidad e igualdad y sumarles esperanza, racionalidad, diversidad, tolerancia y, por supuesto, democracia.

Pero no debemos ser complacientes. No debemos enamorarnos de nosotros mismos. No estamos nada cerca del éxito. Estamos en medio de la peor crisis del capitalismo desde 1929. Y, aun así, las fuerzas del progreso, la izquierda, los auténticos liberales, los verdes, son derrotados en todas partes.

La derrota de nuestra Primavera de Atenas tuvo importancia global. Podemos ha perdido su ímpetu en España. La derecha misántropa se alza por todas partes. Nuevas vallas electrificadas emergen por todo el continente. La vela de la esperanza está temblando en el frío viento del nacionalismo. En 2017, a menos que realicemos un milagro, Francia tendrá en la presidencia a una persona aún más reaccionaria que el triste señor Hollande.

¿Por qué? ¿Por qué los europeos no han acudido a los progresistas en tiempo de crisis? Mi respuesta: es NUESTRA culpa. Es la culpa de los progresistas, de la izquierda, de los demócratas, de los liberales y de los verdes por igual.

Pensad sobre ello: mientras el capitalismo sufre un grave espasmo, la derecha se está volviendo más pasional, vibra con un fervor antiestablishment que, hasta hace poco, era el terreno de la izquierda. Trump se gira contra el TTIP, los conservadores británicos y Orbán en Hungría contra las prácticas antidemocráticas de la UE, Le Pen sale en defensa de una clase trabajadora abandonada por un euro fallido y una izquierda ausente.

La política está sufriendo una sacudida que el mundo no había visto desde la década de 1930. Una Gran Deflación está agarrando ambos lados del Atlántico, redespertando a fuerzas políticas que han estado latentes durante ocho décadas.

La pasión está volviendo a la política, pero no de la manera que esperábamos. La pasión está avivando la misantropía. Y es nuestro trabajo detenerla. Es nuestro trabajo albergar pasión por el beneficio del humanismo.

Para hacer esto debemos entender primero lo que está sucediendo. Sí, la izquierda contra la derecha, la distinción entre trabajo contra capital, siempre es relevante. PERO Europa ahora está dividida en dos bloques que no tienen nada que ver con la izquierda o la derecha.

Un bloque representa la vieja troika de la globalización, financiarización y neoliberalismo. Aún sigue en el poder, aunque su poder se está desvaneciendo velozmente: como François Hollande, Angela Merkel y David Cameron pueden confirmar. El gobierno griego postrendición, que ahora sirve a esa misma troika, también puede confirmarlo. La Comisión Europea. Están en el cargo, pero están perdiendo su poder y legitimidad.

El otro bloque, que se opone a la Troika Global de la globalización, financiarización y neoliberalismo, es lo que yo llamo la Internacional Nacionalista. Los brexiters británicos, los gobiernos de Polonia y Hungría, la Alternativ für Deutschland, el despreciable criptofascista que puede convertirse en el próximo presidente austríaco y, por supuesto, Marine Le Pen: un Muro de Nacionalismo Xenófobo se está levantando contra la Troika Global aprovechando el impacto de nuestra Gran Deflación.

El problema con el conflicto entre la Troika Global y la Internacional Nacionalista es que es tan real como engañosa. El brexit mostró que es real. Pero es engañosa porque la Troika Global y la Internacional Nacionalista son cómplices, no enemigos.

La Troika Global y la Internacional Nacionalista son solo reflejos de nuestra Gran Deflación, de la profunda crisis del capitalismo europeo.

Para romper esta Alianza Antinatural, necesitamos un Internacionalismo Progresista. Esta Internacional Progresista es lo que DiEM25 está construyendo en Europa.

DiEM25 está aquí con una agenda sólida para el cambio progresista.

DiEM25 está aquí para oponerse a que todo siga como siempre, igual que hicimos en Atenas, como hacemos en Nuit Debout, en cada pueblo y en cada ciudad por toda Europa.

DiEM25 está aquí para oponerse a las llamadas socialdemócratas a “más Europa”. Bajo el actual régimen e instituciones de la UE, “más Europa” y reformas graduales supondrán la legalización de la Unión de la Austeridad Europea.

Lo que Hollande y los suyos convocan es, en esencia, la aceleración del Plan Schäuble de una falsa federación que convierte Europa en una jaula de hierro permanente.

DiEM25 está aquí TAMBIÉN para oponerse a aquellos en la izquierda que quieren adoptar el propósito de la Internacional Nacionalista de desmantelar la Unión Europea.

DiEM25 ofrece el único antídoto auténtico a aquellos que proclaman, falsamente, que en la Unión Europea no hay alternativa: el dogma del “no hay alternativa”:

  • A nivel nacional, un gobierno progresista francés, griego, español, italiano, debería ofrecer a la gente un Plan A exhaustivo: un vistazo a cómo, con el sistema actual, se puede devolver la esperanza a la nación.
  • Al mismo tiempo, un gobierno nacional progresista debe tener un Plan de Disuasión a punto para cuando el BCE y la troika respondan al Plan A del gobierno progresista con amenazas de cierres bancarios, restricciones de liquidez, etc.
  • Y, por último, un gobierno nacional progresista debe tener un plan a punto para cuando/si el “centro” maquina una expulsión de la Eurozona.

Estos son los tres Planes que yo tenía cuando estaba en el Ministerio de Finanzas de Grecia: mi equipo se solía referir a ellos como Planes A, B y X. Ahora necesitamos que los gobiernos de todas partes estén dispuestos a atenerse a ellos.

Esto es lo que DiEM25 propone a nivel nacional.

A nivel paneuropeo, DiEM25 cree que debemos ofrecer a los europeos un Plan A europeo para Europa. Una Agenda Progresista para Europa. Un New Deal europeo: un vistazo a cómo, en pocas semanas, con los Tratados actuales, se puede recuperar la esperanza, el desarrollo y la democracia.

Al mismo tiempo, DiEM25 está preparando un Plan para gestionar tan bien y tan suavemente como sea posible la desintegración de la Eurozona y de la UE.

En resumen, DiEM25 insiste en que:

  • Lideremos un Plan A en todas partes, a nivel nacional y a nivel paneuropeo: un Plan A, o New Deal europeo
  • Que preparemos un Plan de Disuasión para enfrentarnos a las amenazas de la troika
  • Y que preparemos un plan paneuropeo para gestionar la desintegración de Europa que probablemente tendrá lugar si el Establishment Profundo consigue rechazar nuestro Plan.

Amigos, compañeros,

La UE será democratizada. ¡O se desintegrará!

Nosotros, los miembros del Movimiento Democracia en Europa, les bombardearamos con racionalidad, con propuestas constructivas, con planes económicos que son modestos, prácticos y que pueden ser implementados mañana mismo.

Les colmaremos con moderación.

Pero también les miraremos a los ojos, dispuestos a decirles cuando nos amenacen igual que la troika me amenazó a mí en 2015:

“¡No pasarán!”

¡Atreveos!

¡No nos echaremos atrás!

El futuro de Europa depende de que resistamos a vuestro autoritarismo incompetente.

Si nos dicen “debes aceptar que todo siga como siempre o abandonar la Unión Europea y el euro”, nosotros respondemos: “¡No nos vamos a ningún lado!” “¡OS MARCHÁIS VOSOTROS!”

A su “que todo siga como siempre” respondemos con una DESOBEDIENCIA CONSTRUCTIVA. CON UNA COMBINACIÓN DE PROPUESTAS MODESTAS Y DESOBEDIENCIA. Esto es lo que el humanismo nos exige hoy en día.

A nuestros compañeros que nos instan a adoptar la SALIDA como un objetivo, les pregunto:

¿Realmente creéis que, hoy, la izquierda puede ganar la batalla por la hegemonía contra la derecha xenófoba apoyando la llamada de la derecha a construir nuevas vallas y ponerle fin al libre movimiento?

Pero basta por ahora. ¡Es hora de ponerse a trabajar!

DiEM25 ya ha comenzado a compilar una Agenda Progresista para Europa, un New Deal Verde para Europa.

Un comité de economistas destacados ya está trabajando en ello. La próxima semana, en nuestra web, anunciaremos el trabajo sobre el euro, la inversión, los bancos, la lucha contra la pobreza, la respuesta a la deuda. Y ESTÁIS invitados a participar.

En febrero de 2017, el Documento Político del New Deal Verde para Europa estará listo en forma de esbozo. Y entonces todos nosotros volveremos a París, la última semana de febrero.

  • Para presentar nuestras propuestas políticas pragmáticas, radicales y exhaustivas a la gente de Francia.
  • Para darles nuestro Documento Político del New Deal para Europa a los candidatos presidenciales.
  • Y preguntarles: ¿lo adoptaréis? Y si no, ¿por qué no?
  • Así es cómo DiEM25 trabajará en cada país europeo.
  • Así es cómo DiEM25 trabaja hacia una Internacional Progresista. Hacia una Alianza Paneuropea de demócratas, socialistas, liberales, verdes, feministas, utópicos, que entienden que la única alternativa es una distopía.

Amigos, compañeros:

Durante demasiado tiempo hemos permitido que Francia, Grecia, Alemania, toda Europa, sea gobernada por “accidente y fuerza”, en vez de por “reflexión y elección”.

Durante demasiado tiempo hemos permitido que lo que una vez fue la Ilustración se desvaneciera “en la oscuridad”.

Es la hora de que los humanistas europeos recuperen Europa.

Carpe DiEM25

El artículo original se puede leer aquí