Con el lema «La reconciliacion es el unico camino hacia la paz», este 1 de octubre, víspera del Día International de la Noviolencia, cientos de personas han construido en Berlín un símbolo humano de la paz que se ha ido transformando en un símbolo por la noviolencia, coincidiendo con la celebración de esta jornada internacional en numerosos puntos del planeta.

Ha tenido lugar dentro del  IPB2016, ante la facultad que ha albergado este evento y a propuesta de la agencia internacional de noticias Pressenza.

La conocida forma del símbolo de paz se ha transformado, en un momento determinado, en un símbolo de la noviolencia representando la necesidad de avanzar desde el campo del pacifismo al de la noviolencia, lo que implica el reconocimiento de diferentes formas de violencia, no solamente la violencia física cuya máxima expresión es la guerra, sino también la violencia económica, racial, religiosa, generacional, sexual, psicológica, moral, etc.

La noviolencia conlleva además un estilo de vida cotidiano que se basa en el principio moral universal « trata a los demás como quieres que te traten ».

Las palabras, en boca de distintas personas de edades y latitudes diferentes, y las imágenes que acompañan este escrito constituyen la mejor explicación de este significativo e inspirador acto.

https://youtu.be/JELCCMlWykE

«Mañana, 2 de Octubre, aniversario del nacimiento de Gandhi, es el Día Internacional de la Noviolencia.

Estamos aquí hoy para celebrarlo iluminando la oscuridad de este momento con la simple luz de nuestros teléfonos móviles y con la fuerza poderosa de nuestras mejores aspiraciones.

Hay muchas personas como nosotros en el mundo, personas que luchan por la paz y creen que la violencia no es natural y puede ser superada.

Y por eso no estamos solos en esta plaza en Berlín ya que en  todo el mundo muchos eventos están teniendo lugar en estos días. flash mobs, música, teatro, cine, videos, fotos para la no violencia, cursos en escuelas, talleres para niños y adultos, y así sucesivamente. Estos eventos son demasiados para mencionarlos a todos, pero queremos saludar a las personas y organizaciones que están elevando sus voces para un nuevo humanismo, un momento histórico de reconciliación, un clima de paz y desarme.

 Y ahora vamos a encender nuestras luces

En este momento, el simbolo de la paz viviente se ilumina con las luces de los telefonos, mientras se invita a meditar…

«Hoy estamos aquí para enviar una señal de apoyo a los millones de personas en el mundo que están exigiendo la paz.

Para enviar una señal de esperanza para todos aquellos que viven en la guerra. Para hacerles saber que no los hemos olvidado.

Para enviar una señal de aliento para aquellos que quieren la paz, pero que todavía no estan entre nosotros.

Para enviar una señal a nosotros mismos, por lo que nunca olvidemos la importancia y el valor de lo que hacemos.

Para enviar una advertencia a los que alimentan las guerras y la violencia, para que sepan que no dormimos.

Para que sepan que una nueva cultura de paz y noviolencia está naciendo».

Después de algún tiempo: «Y ahora vamos a formar el signo viviente de la Noviolencia!»

 

Y con el simbolo de la noviolencia ya conformado, se invita a una nueva meditacion:

«Denunciamos la deshumanización, la opresión y la violencia en cualquiera de sus formas –  física,  económica,  racial,  religiosa,  ecológica, psicológica, de género y moral.

Nos rebelamos a  seguir encadenados a una cultura mecánica de resentimiento, culpa y venganza y lanzamos una revolución noviolenta intencional, personal y social. 

No aceptaremos un futuro cerrado para el ser humano y nuestro planeta.

Reclamamos el derecho de todo ser humano a ser feliz y libre. Libre de ataduras externas e internas, libre de dolor y sufrimiento.

Entonces, conectando con lo humano en nosotros, aspiremos una bocanada de aire y llevémosla a lo profundo de nuestro corazón pidiendo superar la violencia. Y desde el fondo de nuestro corazón, nos comprometemos aquí a poner lo mejor de nosotros mismos para construir una cultura de paz y noviolencia, buscando lo que nos une, creando puentes entre los seres humanos y trabajando por la reconciliación con nosotros mismos, entre las personas y los pueblos.

¡Para todas y todos Paz, Fuerza y Alegría!»