Con motivo del referéndum sobre la implantación de una posible renta básica en Suiza, hemos entrevistado a Reto Thumiger, editor de Pressenza Berlin y activista del Movimiento Humanista, quien está siguiendo muy de cerca e informando de modo permanente sobre el proceso de la Renta Básica Universal en Suiza y Alemania.
El próximo 5 de junio, Suiza será el primer estado que haga un referéndum entre toda la población para conocer si quiere o no que se implemente una Renta Básica, ¿Cómo ha sido el proceso hasta llegar hasta esta situación?
Primero hay que explicar que, en la democracia directa de Suiza, cuatro veces por año el pueblo vota sobre diferentes temas. El 5 de junio el pueblo tiene que decidir sobre cinco temas de ámbito nacional, entre los cuales la renta básica universal está siendo el más discutido públicamente.
Hay que aclarar que la democracia directa en Suiza es incompleta, dado que no todos los ciudadanos pueden votar, únicamente quienes tienen pasaporte suizo. Además, la prensa está en manos de unos pocos grandes medios de comunicación que influyen -desde sus intereses- enormemente en la opinión pública.
Lo que quiero decir, en realidad, es que decidir sobre temas como si se quiere o no introducir la renta básica en Suiza es algo normal, aunque es un tema que pone nerviosos a algunos.
Lo interesante es que esta iniciativa no fue lanzada desde una organización, partido u otro grupo, sino por Daniel Häni –quien puso en marcha un café y casa cultural dentro de una ex oficina central de un banco- y por el artista Enno Schmidt. Ellos dos lanzaron la idea y finalmente un conjunto de grupos e individuos han recolectado las 100.000 firmas necesarias para iniciar un plebiscito popular.
Obviamente Suiza, un país con una moral zwingliano/calvinista respecto al trabajo, no está mejor “preparado” que cualquier otro país respecto a la renta básica. Pero, gracias a la posibilidad que ofrece la democracia directa, se ha logrado un amplio debate sobre el tema. El hecho de que sea el primer país que vota sobre una renta básica ha generado gran eco más allá de las fronteras suizas y ha ayudado muchísimo a que se comience a hablar del tema en otros países de Europa y también en Estados Unidos.
¿Cuáles han sido las acciones más significativas y llamativas?
La renta básica era poco conocida en Suiza y, desde el lanzamiento de la iniciativa hasta su votación el próximo fin de semana, se ha pasado por diferentes etapas. Primero, los grandes medios ignoraban el asunto, después lo ridiculizaban y desinformaban hasta que, en la última etapa, se ha logrado hablar de las preguntas fundamentales de la propuesta, que tienen que ver con la libertad humana y con aquello de que ‘no hay progreso si no es de todos y para todos’.
Desde mi punto de vista, el comité de la iniciativa ha hecho las cosas muy bien. No han dejado que la discusión se centre en los detalles o en la pregunta de cómo se va a financiar. Han focalizado la discusión sobre las preguntas fundamentales y existenciales a las que nos enfrentamos hoy y en el futuro cercano. Además, han logrado llevar estas preguntas a los grandes medios con acciones creativas y llamativas.
El primer gran golpe de efecto fue con la presentación de las firmas; repartieron entonces 8 millones de monedas de 5 céntimos suizos, en la plaza que está frente al parlamento suizo. La imagen de este montaña de monedas de color oro recorrió el mundo.
Más tarde, pudimos ver a un robot bailando en el Foro Económico Mundial de Davos de este año.
También, cuando se iba acercando el día de la votación, se ha distribuido como es habitual folletos para promocionar la renta básica. Pero decidieron no imprimir folletos sino usar papeles ya impresos por el banco nacional de Suiza; de tal modo que han distribuido entre la gente billetes de 10 francos válidos con una pequeña pegatina.
Y finalmente, han escrito la pregunta “¿en qué trabajarías si tu renta estuviera garantizada?”, considerada la más grande, sobre el cartel más grande del mundo, logrando el record mundial de Guinness en Ginebra, al tiempo que proyectaban la misma pregunta en la gran pantalla de Times Square de Nueva York (www.basicincome2016.org/)
Según las encuestas, ganará el NO. Si es así, ¿Por qué crees que ocurre esto?
Es seguro que el resultado final es un NO. Ni los más optimistas piensan que, en el primer intento, se va a implantar la renta básica en Suiza. El interés está en saber cuántas personas van a votar SÍ. En este sentido, la iniciativa ya ha ganado; han ganado en apoyo y en plantear una discusión dentro y fuera del país, que va a seguir después del próximo fin de semana.
“la renta básica requiere de un cambio de paradigma”
¿Por qué la mayoría de la población dirá NO? Hay que entender que, a pesar de la profunda crisis que vivimos en el mundo y particularmente en toda Europa, en Suiza no hay una crisis económica; hubo en el 2009 pero no fue tan grave como dentro de la UE y se recuperó rápidamente. El pueblo suizo, que nunca quiso entrar en la Unión o en el euro, se siente ganador respecto a sus vecinos europeos, consideran que ellos han hecho las cosas bien. Se dice popularmente que la UE debería entrar en Suiza.
En realidad, en Suiza la RB se plantea como un tema de cara al futuro, de cómo se va a reaccionar frente a la automatización y la digitalización crecientes de numerosos empleos. Además, estamos hablando de un país conservador, donde los cambios siempre son lentos.
Y, por último, la renta básica requiere de un cambio de paradigma. Hay que separar la remuneración y el trabajo. Hay que dar al trabajo sin remuneración el mismo valor que al trabajo remunerado. Además, hay que confiar en los demás, en los otros. Y esto no es fácil para muchas personas.
Eres un defensor de la Renta Básica ¿puedes contarnos tus razones para apoyar el SI en el referéndum?
Para empezar, la renta básica va a llegar tarde o temprano porque no hay otra opción. Nuestra sociedad genera más y más productos, servicios, es cada vez más rentable y necesita menos mano de obra. Este proceso se va a acelerar en las próximas décadas y los nuevos puestos de trabajo van a ser sólo una fracción de los que se van eliminar.
“La renta básica es el próximo paso en la creciente
autodeterminación de la humanidad”
Este proceso está muy bien y tenemos mucho por hacer en el mundo pero no va a haber suficientes puestos de trabajo asalariado. Entonces, es necesario garantizar a cada ser humano una renta básica incondicional sin contraprestación alguna; es decir, que se le dé por el simple hecho de haber nacido humano. No hay que crear trabajo para que la gente tenga una renta, sino que hay que dar una renta básica para que la gente pueda trabajar. Si no tengo que comer, no puedo hacer nada.
La renta básica es el próximo paso en la creciente autodeterminación de la humanidad. Esto a nosotros, como humanistas universalistas, nos interesa mucho. ¿De dónde surge el impulso para lo que hago? Si hago las cosas por presión económica o por miedo existencial ¿Cuál será mi motivación entonces si esta presión y miedo desaparecen? La introducción de una RB va a suponer una pérdida de presión que va a generar un vacío interno en muchas personas; un vacío que la gente va a tener que llenar. Y, personalmente, estoy convencido que van a llenarlo con algo más profundo y noble.
Además, la renta básica nos va a llevar a más responsabilidad también. Hay gente que trabaja en grandes empresas que intoxican el planeta y a la gente, o en empresas que empobrecen a muchas personas. Los trabajadores en estas empresas no se sienten cómodos con lo que ven pero, por miedo a perder el modo de subsistencia para sí y su familia, siguen trabajando ahí. Con la renta básica pueden rebelarse y abandonar estas empresas sin poner en peligro su existencia. Y si con la renta básica no abandonan empresas inmorales es por su libre decisión, de tal modo que se convierten en corresponsables de los desastres que estas empresas cometan.
Los críticos con la renta básica en España, y creo también en otros países, argumentan razones de tipo económico, por un lado, y la creencia de que una renta universal «producirá» vagos…
En Suiza se ha hecho una encuesta representativa. El 90% de las personas ha respondido que seguirán trabajando con una RBU y el 80% piensa que los demás no van a hacer nada con una RBU. ¡Qué deformada visión tenemos de los demás! ¡Cuánta desconfianza! Si yo no soy un vago y no lo soy, ¿Por qué creo que los demás son diferentes a mí? ¿Es que creo que soy mejor que los demás? En las encuesta solo el 2% ha dicho que no va a hacer nada. Son los tipos Diógenes el filósofo que pasaba todo el día en su barril y finalmente hizo una contribución enorme a la humanidad, “sin hacer nada”.
“…son los defensores del sistema actual quienes tienen que contestar
primero a esta pregunta ¿Cómo una economía que cada día necesita
más consumidores pero menos mano de obra va a funcionar y
mantener a la humanidad en el futuro?”
La humanidad es muy activa y trabajadora, siempre lo fue. Y al contrario, la obligación de desempeñar una trabajo forzado, sin sentido, en condiciones opresoras es lo que produce personas vagas. ¡Si salen del puesto de trabajo mentalmente vacíos, como zombis y lo único para que lo que les queda energía es para sentarse frente a la tele con una cerveza en la mano! Esto lo produce la sociedad de hoy, no la sociedad del mañana con una RBU.
Antes de que los defensores de la RBU tengan que decir cómo se va a financiarla y cómo va a funcionar la economía, los defensores del sistema actual tienen que contestar a la pregunta siguiente: ¿Cómo una economía, cuya base es el crecimiento permanente, que cada día es “más productiva y rentable”, que cada día necesita más consumidores pero menos mano de obra… cómo esta economía va a funcionar y mantener a la humanidad en el futuro? Son ellos quienes tienen que contestar primero, porque ya se está viendo en muchos países que esto no funciona más y globalmente hay indicios de un inminente colapso.
