«El mundo está lleno de armas, y la paz es financiada de manera insuficiente». Con estas palabras de Ban Ki Moon, la IPB (International Peace Bureau) organiza del 30 de septiembre al 2 de octubre, un Congreso Mundial para el Desarme, en la Universidad Técnica de Berlín. En el 27 de mayo se llevó a cabo un primer encuentro con la prensa, y Pressenza, que partner del congreso, estuvo allí.

1,8 billones de dólares americanos se gastaron a nivel mundial para fines militares, con tendencia creciente. La OTAN ha comprometido a sus estados miembros a detener los recortes y aumentar el gasto militar hasta el 2% de su PIB. Para Alemania, esto significaría 56 millones de euros. En la lista de los estados con el mayor gasto militar, Arabia Saudita ha alcanzado en estos momentos el tercer lugar, con la gran ayuda de las compañías alemanas productoras de armas. Otros países que fabrican grandes cantidades de armamento, como China, están produciendo cada vez para sí mismos. Y también países como Etiopía y Eritrea, que debieran usar mejor sus presupuestos para luchar contra la pobreza, se están involucrando fuertemente en la militarización.

Al mismo tiempo, los conflictos van en aumento, el número de refugiados se multiplican y la «brecha entre los que tienen y los que no tienen» se está ampliando, como dice Ingeborg Breines de Noruega, Co-presidente del IPB. El consenso de los organizadores del congreso es que no habrá una solución militar para las guerras en curso. Solo pueden resolverse por medio de negociaciones y en un clima de paz y desarme. Por lo tanto, en lugar de resolver los conflictos existentes, el armamentismo se considera contraproducente y dará lugar a más conflictos.

El planeado Congreso comienza con un gran apoyo internacional: organizado por IPB y el SIPRI (Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo), organizaciones cristianas y budistas (Pax Christi e Iglesia y Paz), organizaciones internacionales de sostenibilidad como Amigos de la Tierra, LIMPL (Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad) y – según destaca Reiner Braun, también co-presidente del IPB, como algo excepcional – la unión de sindicatos UNI y la CSI. También la ONU estará presente con Michael Møller, el Director General de la oficina de la ONU en Ginebra. Muchos otros oradores prominentes se encuentran ya en el primer borrador del programa. Otra señal de apoyo amplio es que el Ministerio de Asuntos Exteriores anunció su ayuda para conseguir las visas para oradores extranjeros.

En la primera parte del Congreso se analizará la situación actual del mundo, en relación con los conflictos, el armamento, los refugiados y la injusta distribución. «No estamos en una situación de un mundo sostenible», resume Breines. En la segunda parte, se estudiarán soluciones concretas y alternativas que darán como resultado una Agenda de Acciones. El objetivo anunciado por los organizadores es llegar no solo al público dedicado a la paz, sino también dar a quienes toman las decisiones políticas, a las industrias y otros sectores públicos, los argumentos y propuestas pragmáticas. Por lo tanto, también distinguidos científicos y economistas están invitados a hablar.

Con el fin de romper las resistencias que ponen las poderosas industrias de armas de gran alcance en contra el desarme, será también importante tratar el tema del proceso de conversión. La transición de la producción de armas hacia productos que sirvan a la sostenibilidad, como las energías renovables, el transporte eléctrico, etc., es vital para países como EE.UU. o Francia, que dependen mucho de este tipo de industria, mientras que Alemania tiene relativamente pocas personas que trabajan en la industria de armamento.