El presidente de Ecuador, Rafael Correa se ha referido a la crisis política en Brasil y ha alertado sobre un nuevo “Plan Cóndor” que intenta desestabilizar a los gobiernos progresistas de la región.

«¿Usted cree que eso es casualidad? Es el nuevo plan Cóndor contra los gobiernos progresistas (…) Ya no se necesitan dictaduras militares, se necesitan jueces sumisos, se necesita una prensa corrupta que incluso se atreva a publicar conversaciones privadas, lo cual es absolutamente ilegal», ha declarado Correa en una entrevista en la televisión oficial.

Se conoce como operación o plan Cóndor a la coordinación de acciones entre las dictaduras de derecha que se registró en varios países de Sudamérica (Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Perú y Ecuador) entre las décadas del setenta y ochenta en el que estuvo involucrado EE.UU.

Pues estas declaraciones del mandatario ecuatoriano se producen en alusión a la crisis política que afronta la mandataria brasileña, Dilma Roussef, en la que los opositores piden su destitución.

«Es gravísimo lo que está pasando en Brasil. Querer romper el orden constitucional, sacar un presidente democráticamente electo es gravísimo, la judicialización de la política, si un juez que no tiene legitimidad democrática pueda tumbar a un gobierno, a un potencial candidato presidencial», ha añadido Correa.

Así Correa ha sostenido que no es una casualidad lo que sucede con el expresidente brasileño y líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2011), quien es perseguido por la justicia acusado supuestamente de actos de corrupción vinculados a la empresa Petrobras.

En esta misma línea, el mandatario ecuatoriano ha dicho que lo mismo le han hecho a la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kircher, a los actuales mandatarios de Bolivia, Evo Morales, de Venezuela, Nicolás Maduro, y que incluso él mismo ha sido víctima de esta campaña de desprestigio y ataque.

Finalmente ha asegurado que Lula “vencerá” y que los pueblos latinoamericanos no permitirán un retroceso.

Los diputados brasileños han realizado este viernes la primera sesión para que una comisión especial recomiende la apertura o el archivamiento de un pedido de juicio político de destitución contra Rousseff.

La crisis política brasileña se profundizó esta semana, luego de que la presidenta intentara incorporar a su gabinete a Lula da Silva acusado por la Fiscalía General de Sao Paulo de ocultación de patrimonio.

El nombramiento de Lula como jefe de gabinete fue bloqueado por un juez federal el jueves, decisión que ha sido anulada este viernes por juez Cándido Ribeiro, del Tribunal Regional Federal de la capitalina ciudad de Brasilia.

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