El título de esta nota podría anunciar una respuesta que el lector no encontrará. La verdad es que este primer trimestre del año 2015 en el frente interno del país de la Mitad del Mundo es imposible de sintetizar. Demasiados temas abiertos, debates sobre la mesa, confrontaciones, acciones sorprendentes y reacciones desconcertantes.

Pensando en nuestros lectores de otros lugares del mundo he decidido, mejor, ofrecer algunas miradas en torno a tres asuntos que han ocupado no solo espacio en todos los medios sino en los enlaces sabatinos del presidente Rafael Correa, en las conversaciones cotidianas y, cómo no, idas y vueltas en todas las redes sociales.

En el terreno económico y ante la reducción del precio del petróleo y por tanto, de los ingresos del Estado ecuatoriano (cuyo presupuesto nacional se sostiene hoy en día en más de su 50%, en los impuestos), el gobierno ha respondido rápidamente y ha tomado múltiples medidas de todo tipo. La última de ellas, las salvaguardias, se convirtieron en el argumento final para las movilizaciones del día 19 de Marzo, en contra del gobierno de la Revolución Ciudadana. Paradójicamente, se trata de una medida completamente razonable, pertinente y necesaria, como bien lo fundamenta el artículo de Leonardo Parrini.

No importa cuánto se explique el sentido, alcance y necesidad de la medida, la confusión en torno a ella se mantiene, protestan los consumidores de los artículos cuya carga impositiva se ha elevado, la frontera con Colombia se llena de compradores ecuatorianos que no están dispuestos a esperar unos meses por su nuevo televisor o a pagar un poco más por las llantas nuevas para su auto. El fenómeno del crecimiento de la clase media en los países que han logrado reducir los índices de pobreza hay que advertirlo, analizarlo, reflexionarlo… pero bueno, ese es otro tema.

En los mismos meses y hasta el día de hoy, un segundo frente vuelve a primer plano. El frente de los derechos de las mujeres, de género, de la sexualidad adolescente, en fin, el acumulado de problemáticas de alta sensibilidad aparece con fuerza. Al debate mal cerrado y postergado sobre la despenalización del aborto que se dio el año anterior, en el marco de la aprobación del nuevo código penal, en el que ni siquiera se despenalizó el aborto en casos de violación, se sumó la decisión gubernamental de cerrar el más grande programa de educación sexual para adolescentes bajo el liderazgo del Ministerio de Salud, para abrir un nuevo programa, denominado Plan Familia, adscrito directamente a la Presidencia. A renglón seguido, se hicieron oir declaraciones de altos funcionarios de gobierno, uno de ellos afirmando la necesidad de que «las mujeres posterguen el inicio de su vida sexual». El debate continúa a día de hoy y las señales desde el gobierno han sido confrontadas por los movimientos de mujeres y los colectivos que trabajan por los derechos de género en el país. La posición oficial parece, en todo caso, bastante clara. Una columna de opinión de nuestro partner Gkillcity, puede ilustrar a nuestros lectores.

Finalmente, el pasado 19 de Marzo fuimos testigos de movilizaciones en varias ciudades del país. La lista de razones era larga y la de sinrazones también. La lista de propuestas, en cambio, era corta. Un acumulado de inconformidad se expresó en las calles y no parece sensato ignorarlo. La derecha ha sabido «colarse» en esa inconformidad y no parece sensato permitirlo. Una interesante reflexión del historiador Juan Paz y Miño, coloca elementos que permiten enriquecer el análisis de lo que está pasando en Ecuador hoy, 31 de marzo del 2015.