La Vale, una de las mayores empresas mineras del mundo, fue señala por el gobierno federal para reducir a los trabajadores a condiciones de esclavitud. El procesamiento de la empresa es el resultado de una acción conjunto del Ministerio de Trabajo, El Ministerio Público del Trabajo y la Policía Federal llevaron a cabo la primera semana de febrero en un centro de operaciones en la ciudad de Itabirito, Minas Gerais.

La fiscalización encontró que los trabajadores y las trabajadoras que conducen camiones con mineral de hierro entre dos minas de la compañía fueron sometidos a condiciones degradantes y jornadas agotadoras.

Los conductores trabajaban como tercerizados, es decir, al servicio de una empresa que proporciona servicios a Vale. De acuerdo con las agencias fiscalizadoras, el transporte de mineral es una actividad fundamental en la minería, lo que en este caso hace ilegal la tercerización, y permite abrir un proceso a empresa minera.

Se encontraron 411 conductores subcontratados. De estos, 309 fueron considerados en una situación similar a la esclavitud. Se emitieron 32 notificaciones de violación, que cubren todas las violaciones encontradas. «La Vale es responsable de estos conductores, no hay duda sobre eso», dijo la fiscal del Trabajo Augusta Adriana de Moura Souza, que abrió una investigación para investigar la caracterización del trabajo esclavo.

«La [empresa] Vale lo sabía todo y dejo correr las cosas. Tenemos un informe manifestando que ellos detectan y registran más de 30 inconformidades en esa empresa tercerizada», dice el auditor fiscal Marcelo Campos, Coordinador del Proyectos de Combate a Trabajar Análogo al Esclavo en Minas Gerais y responsable por la acción legal.

Situación degradante

Según los agentes que participaron en la inspección, el baño utilizado por los conductores nunca había sido limpiado. A menudo, los trabajadores se vieron obligados a hacer sus necesidades al aire libre, en la carretera.

Además no había acceso a agua potable, ni a lugares para bañarse, lo que significaba que tenían que regresar sucios a sus hogares. Además, la empresa tercerizada, «estimulaba» la realización de trabajo en horas extras a cambio de premios, que nunca pagó. Hubo un informe del caso en el que un conductor condujo durante 23 horas seguidas, con solo una interrupción de 40 minutos.

En un comunicado, la Vale ha negado irregularidades en sus operaciones en Itabirito. La empresa tercerizada, Oro Verde, dijo que las infracciones constadas en relación con las horas de trabajo serían consecuencia «de problemas sistémicos en los relojes de observación». Sobre los premios no cumplidos, dijo que «a causa de los problemas en los relojes de control, no fue posible determinar los resultados obtenidos por los empleados y hacer el pago dentro del plazo prometido. La compañía, sin embargo, por la medida de la justicia para el trabajador, optó por pagar el premio a todos los elegibles, independientemente de la no medición delresultado”.

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