Por Steve Rushton

Publicado a través de Occupy.com (USA publication)

«Todo el movimiento de independencia de Escocia se opone firmemente a las armas nucleares,» dice Jimmy Watson, residente en Faslane Peace Camp.

A los 32 años de edad, Faslane es uno de los campamentos por la paz de más larga duración en el mundo, así como un símbolo de la amplia oposición a las armas nucleares a lo largo de Escocia, y en la campaña del Sí por la independencia de los escoceses. Está ubicado en una franja de tierra adyacente a los submarinos nucleares de Gran Bretaña, a  25 kilómetros al noroeste de Glasgow, en la periferia de las tierras altas de Escocia.

El 18 de septiembre, los escoceses irán a las urnas para decidir si quieren convertirse en un país independiente del resto del Reino Unido. Y para Watson, uno de los activistas y residentes permanentes de Faslane, la cuestión nuclear y la de independencia van de la mano.

«Lo brillante de la independencia escocesa, desde una postura global de las armas anti-nucleares, es que el Reino Unido no tiene otros lugares adecuados para albergar submarinos tridente o sus ojivas nucleares», dice. «Así que si una Escocia independiente exige removerlos, es probable que sean retirados quedando sin ningún lugar adonde ir.»

¿Un voto por el Sí y un R.U. libre de ADM?

Las recientes declaraciones del Ministerio de Defensa del Reino Unido confirman estas afirmaciones: el Reino Unido no tiene lugares alternativos para reubicar el arsenal nuclear de Gran Bretaña, que actualmente está ubicado en Escocia.

Hasta hace poco, los militares del Reino Unido ni siquiera contemplaban la posibilidad que el movimiento de independencia de Escocia podría tener éxito. Sin embargo, aunque todavía muy atrás según los números de las encuestas, la campaña del Sí ha cerrado en gran medida la brecha mientras se va acercando la recta final en el último mes.

En respuesta, el ejército británico ha discutido recientemente un «plan B»: pretender que las partes de Escocia que albergan las armas nucleares siguen siendo parte del Reino Unido. Esta idea, sin embargo, ha sido rotundamente rechazada por la campaña del Sí.

El campo del Sí es una amplia alianza, con creciente impulso dado por la Campaña Radical por la Independencia que exige una transformación sistémica hacia un nuevo país justo, equitativo y ecológicamente sostenible. Occupy.com estará analizando estas ideas progresistas en los artículos siguientes.

Pero, por sí sola, la cuestión nuclear tiene consecuencias enormes. El desafío para el resto de la estrategia nuclear del Reino Unido puede aumentar la presión sobre los otros siete países del mundo que poseen formalmente armas de destrucción masiva. Y estas ramificaciones ayudan a explicar por qué el Congreso de Estados Unidos presentó recientemente una moción de apoyo a la campaña del No, haciéndose eco de la postura del presidente Barack Obama.

Para justificar la posición de Washington, tanto Obama como la voz de los miembros del Congreso hizo hincapié en que el No mantendría al Reino Unido como un aliado» fuerte «y» robusto».

Leyendo entre líneas, la robustez y la fuerza podría interpretarse como un apoyo al Reino Unido a evitar cualquier discusión sobre si debe o no continuar manteniendo un arsenal nuclear. Un incentivo adicional para la defensa del gobierno de Estados Unidos acerca de una Gran Bretaña nuclear es la dependencia cada vez mayor de los EE.UU. por parte del Reino Unido para el mantenimiento de su arsenal.

Tratado Nuclear Secreto entre EE.UU.-R.U.

A través del Acuerdo de Defensa Mutua, el Reino Unido – liderado por Westminster – se está moviendo hacia la sustitución de su programa nuclear. Sin embargo, una investigación de The Guardian cuestionó la forma en que el tratado podría desafiar la autonomía nuclear de Gran Bretaña, o si el acuerdo haría que el Reino Unido sea aún más dependiente de los militares de EE.UU. para administrar sus propias armas nucleares.

Jimmy Watson compara el Acuerdo de Defensa Mutua con la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión, o TTIP: una negociación que se mantiene en secreto. «Para el gobierno, este es el pan y la mantequilla del negocio, solo otro acuerdo más con los aliados de Estados Unidos. Así que dentro de su lógica, el público no tiene que considerar la decisión”.

Por un lado, Watson señala cómo el tratado rompe el Artículo I del internacionalmente vinculante Tratado de No Proliferación. «Sería prudente que los parlamentarios británicos se permitan examinar esto», añade, «pero en vez de eso, se sigue adelante.»

Fallas sistémicas del Parlamento del Reino Unido, sobre todo el no saber escuchar las voces de los escoceses, son puntos centrales en el argumento de la independencia. En relación a ciertos detalles de las armas nucleares, Watson recuerda: «Es histórico el hecho de que los políticos escoceses estén contra las armas nucleares, pero por desgracia siempre son una minoría en Westminster, la actual máxima autoridad del Reino Unido. No ha sido sino desde principios de 1980, con el Partido Laborista de Michael Foot, que apareció una voz fuerte contra las armas nucleares en todo el Reino Unido.»

El costo de las armas nucleares

«A nivel mundial, las armas nucleares son algo sencillamente estúpido, especialmente porque cuestan mucho dinero y son muy peligrosos», afirma Lavinia Raccanello, artista y residente de Faslane.

El argumento de que las armas nucleares son un desperdicio de dinero ha resonado con la campaña escocesa del Sí y en el movimiento anti-nuclear del Reino Unido. El costo de continuar con las armas nucleares se estima que será de £ 100 mil millones ($ 168 mil millones).

El líder del grupo anti-nuclear Campaña para el Desarme Nuclear del Reino Unido fue autor de un informe que presentó otras opciones para usar ese dinero. Los planes incluyen 30 años de educación gratuita para el país, o el pago de 150 mil maestros y enfermeras. Otra alternativa es cuadruplicar la inversión en energías renovables.

La última propuesta desafía el argumento pro-nuclear que el desarme recortaría empleos, aduciendo que una revolución energética tendría en cuenta la transferencia de los trabajadores con experiencia científica y en ingeniería.

Un Informe Blanco del parlamento de 2006, que es una piedra angular de la estrategia nuclear a largo plazo de Gran Bretaña, afirma que no hay amenazas inminentes que justifiquen el mantenimiento de armas nucleares, a diferencia de lo que ocurría durante la Guerra Fría. En cambio, el documento dice que las amenazas podrían surgir dentro de 30 a 50 años.

La amenaza Nuclear del R.U. a Escocia

Para Watson, el peligro para las personas que viven tan cerca de ojivas nucleares es una de las principales razones por las que Escocia es más anti-nuclear que el R.U. Para resistir y poner de relieve este peligro, los residentes de Faslane y activistas por la paz vienen bloqueando continuamente los grandes convoyes de camiones que transportan ojivas nucleares en las principales carreteras de Gran Bretaña.

El último convoy fue bloqueado el mes pasado cerca de Loch Lomond, el mayor espacio de agua dulce de Gran Bretaña. Comentando después, John Ainslie, de la Campaña Escocesa por el Desarme Nuclear dijo que era un insulto para el pueblo de Escocia que el convoy -que posiblemente estuviera transportando más de 40 veces la fuerza de una bomba atómica- haya pasado directamente a través de la ciudad más poblada de Escocia, Glasgow.

Otra táctica Faslane ha sido la de romper la seguridad nuclear – como la primavera pasada, cuando Watson y otro activista Faslane abordaron ilegalmente un submarino británico. Estas intrusiones aumentan no solo la publicidad, sino que muestran otro peligro de mantener las armas nucleares – si los activistas por la paz pueden romper las vallas y puestos de control, otros también pueden.

Espacios para Alternativas

«Este campamento es parte de una comunidad global, donde las personas están tratando de pensar más allá de las fronteras», dice Raccanello, de Italia. «Creo que es un buen ejemplo de cómo la gente puede vivir siguiendo una dirección diferente.»

No solo es un campamento de la paz, Faslane también tiene un bajo impacto ecológico. Por ejemplo, el agua corriente se recicla para el saneamiento y el baño, siendo calentada por un sistema de estufa de leña. Sus caravanas y autobuses pintados de colores brillantes están equipados con chimeneas hechas de antiguas botellas de gas. La energía solar proporciona electricidad y las otras estructuras son una combinación de materiales reciclados mezclados con algunos materiales de edificios antiguos.

Comparándolo con otras formas de protesta, Raccanello cree que el campamento no “grita en los rostros” de las personas; sino que, en cambio, se opone a la industria de las armas nucleares mostrando que hay formas alternativas de organización. Con este espíritu, Raccanello está ocupada preparando una exposición de arte de sus esculturas anti-nuclear que se mostrarán en Glasgow justo antes del referéndum de septiembre.

Ideas propuestas en un espacio público, donde se pueden hacer grandes preguntas y se pueden sugerir alternativas, resume el potencial del referéndum escocés. Sobre la cuestión de las armas de destrucción masiva, esto puede tener consecuencias no solo para el R.U., sino también para el resto del mundo.