Con miras a la Conferencia Internacional sobre el impacto humanitario de las armas nucleares que se celebrará en Oslo, los días 4 y 5 de marzo, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) subrayó que, en caso de una explosión nuclear, se carece de capacidad a nivel internacional para prestar la adecuada asistencia humanitaria a los supervivientes.

La conferencia, a la cual están invitados Estados, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales, brinda una oportunidad única para volver a señalar las espantosas consecuencias de cualquier uso de dichas armas.

«Es probable que haya un ingente número de personas que necesiten ayuda. Tras una explosión nuclear, se tropezaría con grandes problemas para prestar ayuda a los supervivientes”, dijo el presidente del CICR, Peter Maurer. «Para mencionar sólo algunas de las dificultades, las organizaciones humanitarias tendrían que organizar la clasificación, el tratamiento y la posible descontaminación de un gran número de víctimas heridas, muchas de las cuales presentarían quemaduras graves, y el traslado fuera de las zonas afectadas. También se plantearían problemas considerables acerca de la seguridad de quienes prestan asistencia y el riesgo que implica la exposición a la radiación ionizante”.

Estos puntos se plantearon en un estudio sobre la capacidad del CICR y de otras organizaciones, para prestar asistencia a las víctimas de armas nucleares, radiológicas, biológicas y químicas. En el estudio se llegó a la conclusión de que es muy poco probable que se hagan las grandes inversiones que se requieren a fin de incrementar la capacidad para prestar un socorro eficaz y, en caso de que se hicieran, serían inadecuadas. Sin embargo, esta conclusión no debería desalentar los esfuerzos para afrontar los desafíos y para poder prestar la mayor asistencia posible.

«Nuestra Institución observó los efectos de una explosión nuclear tras el bombardeo de Hiroshima en 1945”, dijo el señor Maurer. «Hoy, volvemos a hacer un llamamiento a todos los Estados, independientemente de si consideran que las armas nucleares son legales o no, a fin de que garanticen que estas armas nunca se empleen, tomen medidas para limitar el riesgo de proliferación y prosigan las negociaciones sobre una prohibición total de las armas nucleares y su eliminación”.

El CICR acoge con gran satisfacción la iniciativa del Gobierno de Noruega de convocar la conferencia. Aunque el uso posible de las armas nucleares se ha debatido durante décadas en términos militares, tecnológicos y geopolíticos, los Estados no se habían reunido antes para abordar las consecuencias de índole humanitaria.

El señor Maurer, que forma parte de la delegación del CICR en la Conferencia, pronunciará una alocución en la sesión de apertura, el 4 de marzo. Al día siguiente, el jefe de la unidad sobre respuesta nuclear, radiológica, biológica y química hará una declaración.