Sin embargo, lo que vino después para el Ejecutivo pasó de ser una pequeña molestia para convertirse en un tremendo dolor de cabeza, con las masivas manifestaciones en contra del proyecto Hidroaysén y la revolución estudiantil.

Este 2012 no partió mejor para el presidente Sebastián Piñera, por el contrario, parece ser que los chilenos siguen indignados con su gestión y el modelo que administra desde La Moneda. Por eso no extrañó que la región de Aysén volcara toda su furia en las calles, obligada, fundamentalmente, a sus condiciones de aislamiento, marginalidad y alto costo de los alimentos.

“Chile es un país donde por más de 30 años se han aplicado las más ortodoxas recetas neoliberales; probablemente no exista en el mundo un país donde dicho modelo se ha aplicado de manera tan extrema”, indicó el dirigente humanista del Colegio de Profesores, Mario Aguilar.

“Esto ha tenido muchas consecuencias negativas para la población, siendo una de ellas la brutal concentración de la riqueza. Súmele a eso un sistema político de democracia formal o de ausencia de democracia real, con una clase política coludida con el poder económico para operar en base a sus mutuos beneficios, los cuales suelen estar muy lejanos a las necesidades del ciudadano común”, explicó el prosecretario del Magisterio para dilucidar la causa más global del problema.

Acotando el conflicto, el presidente del PH, Danilo Monteverde, señaló que “en Aysén se ve una absoluta marginación, una negación por parte de los poderes centralistas. Conozco gente de la zona que cuando fue el ´Puntarenazo´, dijeron que eso tendría que suceder pronto en su región, pues, en los hechos, estaban en peor situación aún”.

El timonel de la colectividad naranja aclaró que esto responde a una “exclusión propia de un sistema que violenta y margina a estudiantes, mujeres, pueblos indígenas, jóvenes, trabajadores y, por cierto, al medio ambiente. Al final de cuentas sólo se vela por ese 1% de poderosos que manejan y controlan todo en Chile desde hace casi 40 años”, afirmó.

Para Cristián Pozo, vicepresidente del Partido Humanista, los estadillos sociales no son, en ningún caso, fenómenos únicos de nuestro país. “Tiene que ver con un descontento generalizado a nivel nacional y mundial. Un proceso de agotamiento de la sociedad donde el mejor ejemplo son los indignados de todo el mundo, que comienzan en España y se replican en cientos de países”, argumentó.

Luego añadió que “Aysén es la seguidilla de Magallanes, por eso tengo certeza que se vendrán más ciudades de Chile con objetivos parecidos. Esto sucede por tener un gobierno primerizo y novato de derecha, que sólo gobierna gracias a que la gente castigó a la Concertación”, aseveró.

Aunque entregar propuestas a una gestión que hace oídos sordos al clamor popular no parece ser la fórmula, hay varios elementos que convergen a la hora de intentar dar una salida puntual a las manifestaciones ciudadanas.

“Hacerle sugerencias a este gobierno puede resultar un tanto inoficioso, porque han demostrado una miopía extrema”, dijo Mario Aguilar, para agregar enseguida que “aunque a veces no se hace explícito, lo que subyace en estas movilizaciones es la necesidad de cambios de fondo. Se pide dejar atrás el modelo económico y social que nos ha llevado a este estado”, especificó el dirigente humanista de los profesores.

En palabras de Danilo Monteverde, lo que la autoridad gubernamental debería tener en cuenta en el caso concreto de Aysén y las regiones extremas, es “avanzar en la democratización, es decir, elección de autoridades regionales, mayor autonomía para decidir sobre presupuestos, impuestos regionales, etc. Además de reparar las tremendas deudas que hay entorno a servicios básicos que se demandan”.

Una opinión similar expresó Cristián Pozo, quien sugirió al Ejecutivo dar más participación a los habitantes de la zonas involucradas, directos afectados con los problemas de aislamiento y escasez de conectividad. “A este gobierno le falta implantar un sistema en la cual el pueblo pueda ser protagonista, ya que los gobiernos no son precisamente los que deberían mandar, sino al revés”, opinó el vicepresidente del PH.

Mario Aguilar, al concluir, pidió mejorar en “democracia y justicia social, ya que no hay otra solución para los conflictos que existen”, aunque eso “implique muchos cambios”, como desarrollar una nueva estructura estatal para las regiones.

“Se necesita avanzar hacia una República Federal, con mucha más autonomía y poder en las regiones. Una reforma tributaria con mayor carga a las grandes utilidades e inversión social en regiones con parte de esa recaudación; incentivos tributarios reales a la inversión regional, entre otras medidas de fondo que urge implementar. Ciertamente es muy diferente a los parches y aspirinas que está ofreciendo el gobierno… con ello podrán salir del paso momentáneamente, pero de ninguna manera resolverán el problema en su raíz”, finalizó el prosecretario nacional del Colegio de Profesores.