Al presentar el informe sobre el Estado Mundial de la Infancia 2012, Ortíz resaltó la necesidad de invertir en los más necesitados, y diseñar políticas públicas a largo plazo basadas en la equidad, e incluyan, por ley nacional las necesidades de los niños.

Recomendó trazar estrategias que lleguen a todos, focalizando las políticas públicas en base a la infancia, eliminando las barreras de exclusión. La exclusión fomenta la violencia, acotó.

No se puede medir el desarrollo de la niñez en costos económicos, la garantía de derechos es invaluable y universal, manifestó Ortíz.

Asimismo planteó la necesidad de establecer voluntad política por parte de los estados y gobiernos para combatir la equidad, ya que de ello depende el desarrollo humano. No es una cuestión de riqueza, es una cuestión de voluntad política, acotó.

Destacó que Cuba, un país con problemas económicos conocidos, es ejemplo de voluntad política, con una sociedad equitativa, en la que todos los niños están escolarizados y cuentan con asistencia sanitaria, dijo.

Los gobernantes tienen que asumir la responsabilidad de que sí se puede lograr la equidad, y deben enfocar políticas destinadas a la infancia para conseguir un mundo más justo, agregó.

El Informe Mundial de la Infancia 2012 tiene como título Las niñas y los niños en un mundo urbano, y refleja las penurias que sufre este grupo poblacional en comunidades urbanas pobres, perpetuadas por los promedios estadísticos en que se basan los programas de desarrollo y las decisiones sobre la asignación de recursos.

Una mayor urbanización es inevitable. Según el informe, dentro de pocos años, la mayoría de los niños crecerán en ciudades grandes y pequeñas, y no en las zonas rurales. El 60 por ciento del aumento en la población urbana corresponde a menores que nacieron en las ciudades.

Unicef insta a los gobiernos a otorgar a los niños un lugar central en los procesos de planificación urbana, y a ampliar y mejorar los servicios para todos.

El estudio hace un llamamiento para que se reconozcan en mayor medida los esfuerzos de las comunidades y abordar la pobreza urbana, además ofrece ejemplos de asociaciones efectivas con personas pobres de las ciudades, incluyendo niños, y adolescentes.