Democracy Now! – Un sitio web que responde a los Tigres Tamil calcula que 3.200 civiles perdieron la vida, en lo que fue hasta el momento el peor ataque de las Fuerzas Armadas, que intentan eliminar a este grupo separatista. Los médicos dicen que al menos 1.100 personas resultaron heridas. La Organización de las Naciones Unidas describió la escena como un “baño de sangre”. Los médicos y sacerdotes que trabajan en dicha área civil culparon del ataque a las Fuerzas Armadas de Sri Lanka. Un sacerdote católico que se encuentra dentro de la zona de guerra dijo: “Están combatiendo contra los civiles. Están utilizando bombas racimo y cañones. Les están disparando a las personas”. No obstante, el gobierno de Sri Lanka acusó a los Tigres Tamil de bombardear a sus propios civiles. Sri Lanka prohibió el ingreso de todos los periodistas y de las organizaciones internacionales a la zona en conflicto. El domingo, el gobierno de Sri Lanka deportó a tres periodistas británicos, luego de que informaron sobre las condiciones en los campos de refugiados dirigidos por el gobierno. Una coalición internacional de grupos de derechos humanos exhortó al consejo de seguridad de la ONU a dialogar de forma urgente sobre el conflicto.